La pena de muerte es abolida en Illinois

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Amnistía Internacional ha expresado su satisfacción por la decisión del gobernador de Illinois, Pat Quinn, de sancionar el proyecto de ley de abolición de la pena de muerte.

Illinois se convertirá en el 16º estado de Estados Unidos que prohíba la pena capital cuando la ley sancionada ayer por el gobernador Quinn entre en vigor el 1 de julio.

Illinois es el tercer estado que ha promulgado una ley abolicionista en los dos últimos años, después de Nueva Jersey y Nuevo México. El proyecto de ley fue aprobado por la cámara de representantes de Illinois en enero.

“La abolición en Illinois es la señal más reciente de que Estados Unidos está alejándose gradualmente de un castigo cuyos costes y riesgos el país ha empezado a reconocer como inaceptables”, ha declarado Rob Freer, de Amnistía Internacional.

“Al sancionar este proyecto de ley, el gobernador Quinn ha sentado ejemplo para otros estados que mantienen la pena de muerte. Esta pena es un castigo cruel, incompatible con la dignidad humana, que no debe tener cabida en un sistema de justicia penal moderno”.

Illinois ha ejecutado a 12 personas desde que se reanudaron los homicidios judiciales en Estados Unidos en 1977. Durante ese mismo periodo, 20 condenados a muerte fueron excarcelados en el estado, convirtiendo a Illinois en el segundo estado de los que mantienen la pena capital en Estados Unidos en número de exoneraciones.

Illinois no ha llevado a cabo ninguna ejecución desde 1999. En 2000, el entonces gobernador, George Ryan, declaró una moratoria de las ejecuciones tras concluir que el sistema de justicia de la pena capital estaba totalmente viciado.

En 2003, el gobernador indultó a cuatro condenados a muerte tras concluir que eran inocentes, y conmutó la pena capital a otros 167.

Amnistía Internacional ha declarado que coincide con la valoración del gobernador Quinn de que Illinois está dando un paso importante en su historia al “unirse a los otros 15 estados y a muchas naciones del mundo que han abolido la pena de muerte”.

Dos tercios de los países del mundo han dejado de usar la pena de muerte, y en la última década las condenas a muerte en Estados Unidos han disminuido hasta alcanzar su nivel más bajo desde que se reanudaron los homicidios judiciales en el país en 1977. Se cree que ello se debe, al menos en parte, a la conciencia pública y política del número de condenas injustas descubiertas en casos de pena capital.

Los otros 15 estados abolicionistas de Estados Unidos son Alaska, Dakota del Norte, Hawai, Iowa, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Rhode Island, Vermont, Virginia Occidental y Wisconsin. El Distrito de Columbia también es abolicionista. Los 34 estados restantes mantienen la pena de muerte, al igual que el gobierno federal y el ejército estadounidense.