La recién creada Plataforma Rosa Cortés, que busca divulgar, resarcir y dignificar la memoria de los gitanos, ha convocado su primer acto público el primer acto público el próximo sábado 18 de enero, junto a la Federación de Asociaciones Gitanas de La Rioja, Ezor Rroma.
El acto consistirá en una concentración frente a la Fuente de los Ilustres, en la Gran Vía de Logroño, en la que una de las estatuas es la del Marqués de la Ensenada. La plataforma quiere que el Gobierno de La Rioja cree una Comisión de la Verdad y exige que “el Ejecutivo modifique calles, plazas, parques y estatuas y que conste en todas las placas que lo que fue y sigue siendo es un genocida antigitano”.
También reclaman que el Gobierno actual pida perdón a los gitanos y gitanas de La Rioja. “El Estado Español y el Rey de España nos debe a todas las personas gitanas una reparación histórica, somos supervivientes de un intento de genocidio que dictaminaron sus antecesores y las consecuencias perduran en las condiciones lamentables de exclusión y pobreza que sufrimos”.
¿Quién era el Marqués de la Ensenada?
Como detallan en un manifiesto, “la Gran Redada Antigitana de 1749 ha sido la culminación de más de 250 leyes antigitanas y el ejemplo paradigmático de la falta de visibilidad de nuestra propia historia. Mas de 12.000 personas gitanas sufrieron prisión por el mero hecho de serlo. Este momento histórico está borrado e invisibilizado, no solo de las mentes gitanas sino de la historia oficial de nuestro país, a lo que hay que añadir la invisibilización de la historia de las mujeres”.
Detallan que no hay información a disposición de la población sobre los “atroces” actos cometidos por parte del Estado Español de la época y si esta gran redada está silenciada, “más aún lo está la historia de las mujeres que la sufrieron”.
“La situación actual de exclusión está causada por ese antigitanismo histórico y, por tanto, visibilizarlo, poner en valor y concienciar a la población gitana sobre un pasado que sienta las bases de la percepción sobre nuestro pueblo va a permitir el empoderamiento, la toma de conciencia sobre el por qué de nuestra actual situación y permitirá la toma de conciencia política sobre esta realidad, especialmente a las mujeres, las que realmente mueven a la comunidad y generan el traspaso de nuestra memoria a las nuevas generaciones”.
Además, el 18 de enero de 1753 un grupo de mujeres presas en la Casa de Misericordia de Zaragoza protagonizaron un intento de fuga para sobrevivir al exterminio. “De manera colectiva unieron sus fuerzas a una valiente que encabezó e hizo posible esa fuga usando un simple clavo, su nombre era Rosa Cortés. A través de la reivindicación de la figura de Rosa Cortés podemos personalizar la lucha del conjunto de mujeres gitanas, no solo nuestras antepasadas sino nuestras futuras generaciones, ya que no tenemos una mujer símbolo como referente, y sabemos que tener referentes conocidos sirve para construir identidad política y consciencia reivindicativa”.