Un total de 29 provincias, entre ellas La Rioja, están en alerta naranja (riesgo importante) por vientos que podrán alcanzar los 115 kilómetros por hora (km/h), tal y como ha alertado la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, de acuerdo con la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Concretamente, las zonas que están en alerta son: Pontevedra, Asturias, Cantabria, Guipúzcoa, Vizcaya, Zaragoza, Teruel, La Rioja, Alicante, Valencia, toda Castilla-La Mancha, Madrid (sierra), todas las provincias de Castila y León salvo Valladolid, Cáceres, Almería, Cádiz, Granada y Jaén. Asimismo, el riesgo es importante en las islas de Ibiza, Formentera, Mallorca y Menorca (Baleares), así como en Ceuta y Melilla.
Mientras, La Coruña y Lugo están en el nivel máximo de alerta (riesgo extremo) por vientos costeros. El resto de la Península, es decir, Álava, Navarra, Teruel, Cataluña, Castellón, Murcia, Córdoba, Málaga, Sevilla, Badajoz, Valladolid y Orense están en alerta amarilla. En Canarias, las ráfagas serán moderadas.
Por este motivo, Protección Civil aconseja adoptar las medidas de autoprotección y prevenir y colaborar con los servicios de emergencia, especialmente en aquellas regiones donde se prevé que pueden causar más estragos los fuertes vientos.
Por otro lado, los cielos estarán muy nubosos en casi toda la Península y Baleares, con precipitaciones que pasarán de débiles a moderadas y que podrán ser persistentes en Galicia y localmente fuertes en el Cantábrico. Serán menos probables y más débiles en el área de Levante, no esperándose en el litoral de la Comunidad Valenciana y Murcia, donde habrá intervalos nubosos. En Canarias, se prevén intervalos nubosos, con posibilidad de lluvias débiles en el norte.
Además, la cota de nieve La cota de nieve se situará entre los 1.000 y los 1.300 metros en el extremo norte peninsular, entre los 1.200 y los 1.500 metros en la zona centro y entre los 1.600 y los 2.000 metros en el sur.
Por último, las temperaturas experimentarán un ligero a moderado descenso en la mitad sureste de la Península y Baleares, manteniéndose sin cambios significativos en el resto.