La Vuelta Ciclista a España presentará un recorrido duro en la montaña en su edición de 2008, para la que recupera al Angliru, temido por los corredores y deseado por los aficionados, y en el que también se vivirán bonitas etapas en el Pirineo andorrano con dos llegadas en Naturlandia-La Rabassa y Pla de Beret, también de categoría especial.
Sin embargo, la denominada etapa 'reina' de la ronda española estará centrada en Asturias y en el conocido como el 'Mortirolo' español, en relación a su terrible dureza, comparada con la de la mítica cima italiana.
Al puerto asturiano, de categoría especial, se ha llegado en tres ocasiones con victorias para el malogrado José María Jiménez (1999), el italiano Gilberto Simoni (2000) y Roberto Heras (2002), todos ellos escaladores puros, y únicos capaces de superar las rampas que llegan a alcanzar el 23,5 por ciento de desnivel y que se pueden aliar además con una adversa climatología.
De este modo, los organizadores han vuelto a apostar por Asturias para atraer al aficionado, como ya hicieron el año pasado cuando presentaron en el recorrido a otro mito montañoso de la zona como los Lagos de Covadonga.
Además, antes de coronar L'Angliru, una ascensión de casi 20 kilómetros y con una pendiente media de casi el 8 por ciento (aunque hay tramos muy duros), el pelotón deberá superar otros cuatro puertos: dos de tercera (Ortiguero y Faya de los Lobos) y dos de primera (Colladiela y Cordal).
Sin embargo, antes del puerto asturiano, los corredores tendrán que haber superado el Pirineo andorrano, dispuesto a jugar su papel protagonista también y que debe servir para enjugar las diferencias obtenidas por los especialistas en la crono de Ciudad Real.
En total, serán tres las jornadas de montaña en la mencionada zona con un total de doce puertos, aunque destacan las dos primeras en la séptima y octava etapa, con los finales en Naturlandia-La Rabassa, inédito, y en Pla de Beret, ambos de categoría especial.
Antes de coronar la dura ascensión a Naturlandia y concluir la jornada más larga de la ronda (224), el pelotón habrá franqueado La Rabassa por otra de sus vertientes, y al día siguiente, antes de Pla de Beret, corto y duro, estará la Bonaigua, cima 'Alberto Fernández' (2.070 metros).
Una etapa (novena) de media montaña, con puertos al principio y el de Sarrablo de primera categoría a unos 60 kilómetros de la llegada en Sabiñánigo, cerrará el paso pirenaico en el tramo final, y tras dos días para los velocistas, se afrontará otra de similar perfil con final en Suances, previo al segundo día de descanso y al Angliru.
LA CRONOESCALADA DECISIVA DE NAVACERRADA
Tras éste, los ciclistas tendrán otra prueba casi sin poder recuperarse en la decimocuarta etapa entre Oviedo y la Estación Esquí de Fuentes de Invierno, que constará de cinco puertos (dos de tercera, dos de segunda y uno de primera) antes de la llegada, que también se estrena en la Vuelta.
Posteriormente, y con la media montaña nuevamente protagonista en la etapa (15) entre Cudillero y Ponferrada, los aspirantes guardarán fuerzas de cara a la novedosa cronoescalada (20) en Navacerrada, de 16 kilómetros y que debe marcar el podio final, pese a que antes ninguno se podrá despistar en la decimonovena jornada (Las Rozas-Segovia) también con ese mismo puerto y Navafría, igualmente de primera.