Hoy se celebra una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) y promete tener un debate difícil. La crisis de Honduras ha provocado fuertes divisiones entre los 34 países miembros que forman la organización regional.
El reconocimiento de las elecciones presidenciales del pasado domingo y la negativa del Congreso hondureño a restituir a Manuel Zelaya en la presidencia del país son los temas que han generado nuevamente el debate en la OEA y que serán evaluados por los Estados en la sesión extraordinaria de hoy.
Por su parte, el nuevo presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, ha afirmado que corresponde al nuevo Ejecutivo cumplir con el acuerdo de Tegucigalpa/San José y establecer en consecuencia un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional y una Comisión de la Verdad que esclarezca lo ocurrido el pasado 28 de junio cuando se perpetró el golpe de Estado, al tiempo que subrayó la importancia de normalizar las relaciones con la comunidad internacional.
“Se tiene que cumplir con todos los puntos del acuerdo porque hay algunos que están pendientes y se deben cumplir y me refiero al Gobierno de Reconciliación que debió integrarse el pasado 5 de noviembre y la Comisión de la Verdad, que deberán instalarse en este período”, dijo Lobo.
Por otro lado, Lobo ha agradecido la participación masiva de una población, tradicionalmente abstencionista, que esta vez rozó el 60%, al tiempo que ha asegurado a los hondureños que no defraudará la confianza depositada en él. “La gente votó por la unidad, la reconciliación y la paz”.