“Al principio tenía miedo, estaba petrificado”. Así debía sentirse Miguel Santos cuando estaba a punto de lanzar su penalti. Quizá por eso nada más consumarse el pase, jugadores -haciendo piña como nunca- y afición celebraban bajo los sones de 'I will survive' un sonoro triunfo que permitirá a la Unión Deportiva Logroñés recibir a un equipo de Primera división, de los que juegan en competición europea, el próximo 2 de diciembre. El viernes se sabrá.
Nadie se acordará cómo se alcanzó la cuarta ronda. Quizá sí, que se pasó en los penaltis. Que Miguel se lució ante Jesús Rubio -el destino le tenía una guardada tras batir al capitán blanquirrojo con la camiseta del Huracán Valencia hace unos meses- y que a Miguel Santos no le jugaron una mala pasada los nervios. Gol, celebración y a correr. La comunión equipo y grada fue mayúscula. Ni una pega.
Lo que pocos tendrán en la retina fue que el choque pudo acabar antes de lo previsto, sobre todo, después del 2-0 a la hora de encuentro, un marcador engañoso, excesivo para los méritos de unos y de otros. Que el UCAM Murcia tuvo capacidad para recortar con un gran cabezazo de Pallarés y con una magistral falta directa ejecutada por Góngora, entró por la escuadra, en el minuto 84. Que en la prórroga, la UDL fue superior, se mostró más entero y aunque sufrió, cada saque de esquina era como un dolor de muelas por la incertidumbre del resultado, hubo futbolistas que dieron un paso al frente, caso de Miguel Santos.
El zamorano estuvo sobresaliente en el tiempo extra. Sabía que estaba fresco y trató de favorecer los intereses de su equipo. Álvaro González también entendió que había saltado al campo para destacar. Lo intentó, buscó la manera de reivindicarse ante los fatigados Carlos Fernández y Titi -con molestias desde antes del minuto 90-. El único pero fue el de Íker Alegre. Imprevisible, como siempre, no estuvo a la altura de los dos compañeros que salieron de refresco. Julio Rico, de lateral o centrocampista, adquirió galones, como Jacobo o Chevi -hasta que las fuerzas le duraron-. Supieron darle la vuelta a una dinámica negativa para demostrar que el cuadro riojano no se rinde, que podrá jugar mejor o peor, pero que jamás se va a entregar.
La expulsión de Pouso
El punto de inflexión, se quiera o no, pudo estar en la expulsión de Carlos Pouso por protestar un posible penalti sobre Muneta en el minuto 39. Una acción que venía precedida por el gol anulado a Chevi por supuesto fuera de juego 3 minutos antes. Dos jugadas, que cambiaron el discurrir de un encuentro en el que la UDL había empezado mejor, más activado, pero en el que el UCAM Murcia se había hecho el dueño y dominador. Hubo minutos de angustia en los que el conjunto murciano estaba a gusto sobre el campo, manejando los tiempos y obligando a su oponente a correr detrás del balón y a meterse en su campo. Mala señal. Lo mejor, sin duda, era que Miguel apenas sufría y que los locales mostraban su pegada.
La citada expulsión del técnico blanquirrojo dio aire a los suyos, los envalentonó. Les dio empuje. Más adrenalina. Por eso la pelota rondaba el área de los univesitarios y por eso Carlos Fernández estuvo listo, puso el cuerpo, se ganó la posición, se giró y metió la puntera. 1-0 en el minuto 44. Gran resultado después de haber alternativas en una primera parte que empezó con miedo porque ambos conjuntos querían evitar que se jugara por dentro y entre líneas. Quizá por eso hubo tanto juego directo y tanta atención a las segundas jugadas.
El UCAM Murcia, comandado por un omnipresente César Remón, le iba cogiendo el aire al duelo. El centrocampista riojano y su compañero Fall no temblaban a la hora de ir a recibir el balón hasta el área. Con los dos centrales abiertos y los laterales como extremos, era evidente la diagonal. Ahí elegía el capitán de los universitarios. Y por ahí le hacían el lío al cuadro blanquirrojo. Pere Milla y Titi no sabían si ir para dentro, ir con su lateral... dudas, muchas dudas. Jacobo se colocaba en ocasiones como un defensa más, era obligado. Y en los rechaces estaban más listos los visitantes, que ahora centraban por los costados. De ahí acciones embarulladas como la única que puso en aprietos a Miguel, pero que solventó con la ayuda de Julio Rico bajo palos. Pero esta UDL tiene pegada. Chevi, gran partido el suyo, marcó, anulado por fuera de juego. Y Muneta, tras un robo, fue trabado en el área. Pouso protestó y Carlos Fernández reaccionó adelantando a los blanquirrojos.
Segunda parte marcada por los goles
Comprobar cómo comenzaba la segunda mitad era clave. Se había corregido y mejorado la presión, por lo que el UCAM Murcia no estaba cómodo. Aun así merced a un par de acciones de estrategia, los murcianos parecían más ordenados. Pese a ello, Borja tuvo en sus botas el 2-0 tras una falta lateral al recoger un rechace peleado por Adrián Léon que peinó con la oposición de Escalona, pero el central no atinó a rematar con finura. El que no iba a fallar fue Titi. Con un centro medido de Muneta desde la izquierda, el asturiano, desde el segundo palo, aprovechaba el bote pronto para poner el interior y marcar el 2-0 a la hora de partido.
José Luis Salmerón se la jugaba con una defensa de tres. Góngora, como falso lateral casi extremo puro, y Pallarés, que habían salido minutos antes, conectaron para que el delantero, de cabeza, superara a Miguel. Había que bregar, no dar un paso atrás y tratar de aprovechar las opciones a la contra y con espacios. Para eso estaba en el campo Íker Alegre. El duelo se fue durmiendo poco a poco. Anduvo hábil la UDL para ello. Pese a ello, el UCAM Murcia no había dicho la última palabra. Góngora se sacó de la chistera un zapatazo que se colaba por la escuadra en el minuto 84 de falta directa. Vuelta a empezar, pero con la inercia cambiada; los visitantes creían en el triunfo después de neutralizar un 2-0. Todo era posible.
Pero el UCAM Murcia se contentó con las tablas. Dio un paso atrás y no insistió. La UDL lo agradeció y se jugaron 30 minutos extras. Ahí Miguel Santos y Álvaro González asumieron la responsabilidad. De ambos partían las mejores opciones de los locales. Con Julio Rico como compañero de Jacobo, el UD Logroñés dominó la zona ancha, pese a que Fall demostraba su poderío físico, todo lo contrario que Jesús Rubio, que como algunos blanquirrojos -caso de Carlos Fernández o Titi- ya no podían más. Paredes, por ejemplo, aguantaba como un jabato pese a las atenciones. El choque estaba ahí. Los riojanos, por lo general, estaban un pelín más frescos y se acusaba sobre el campo. Sin embargo, la mejor oportunidad fue visitante y en el minuto 119. Ahí Miguel evitó la derrota con una mano prodigiosa en una falta directa de Jesús Rubio.
Los penaltis iban a decidir
120 minutos de brega y el pase se iba a decidir desde los once metros. El UCAM Murcia tiraba primero. Góngora, muy seguro, superaba a Miguel. Álvaro González colocaba el balón sobre el punto de penalti y no dudaba. Gol. Turno para Jesús Rubio, ese futbolista que en Torrent marcó un penalti para el Huracán de Valencia. Apareció el karma para que Miguel intuyera el lanzamiento. Paradón. Había que ratificar la ventaja. Julio Rico, con la incertidumbre del poste incluido, batía a Escalona. César Remón empataba e Íker Alegre devolvía la ventaja.
Dani Pérez igualaba la contienda, pero los murcianos llevaban un tiro más. Adrián León no falló y dejaba todo para los últimos penaltis. Iván Aguilar daba emoción y dejaba todo a expensas de Miguel Santos. “Al principio tenía miedo, estaba petrificado”, así comienza la canción de Gloria Gaynor. Pero el zamorano la puso arriba. Inalcanzable. Sobreviviré. Así se siente el UD Logroñés. Barcelona, Real Madrid, Atlético Madrid, Athletic, Valencia, Sevilla o Villarreal. A uno de los siete le tocará venir a Las Gaunas. El viernes se sabrá.
UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Borja, Adrián León, Paredes; Jacobo, Chevi (Migguel Santos, min. 82); Titi, Muneta (Íker Alegre, min. 66), Pere Milla (Álvaro González, min. 79); y Carlos Fernández.
UCAM Murcia: Escalona; Iván Pérez (Góngora, min. 58), Fran Pérez, Dani Pérez, Pol Bueso; Jesús Rubio, César Remón, Fall, Carlos Rodríguez (Son, min. 73); Iván Aguilar e Higinio (Pallarés, min. 51).
Goles: 1-0, min. 44: Carlos Fernández. 2-0, min. 60: Titi. 2-1, min. 66: Pallarés. 2-2, min. 84: Góngora.
Penaltis: Góngora, gol. Álvaro González, gol. Jesús Rubio, para Miguel. Julio Rico, gol. César Remón, gol. Íker Alegre, gol. Dani Pérez, gol. Adrián León, gol. Iván Aguilar, gol. Miguel Santos, gol.
Árbitro: Miguel Ángel Vila Sánchez (colegio Navarra). Expulsó a Carlos Pouso (min. 39). Amonestó a los locales Paredes (min. 23) e Íker Alegre (min. 111); y a los visitantes César Remón (min. 34), Pol Bueso (min. 54), Fall (min. 72) y Dani Pérez (min. 79).
Incidencias: 2.534 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. Partido correspondiente a la tercera eliminatoria de la Copa del Rey.