Las Gaunas vence y convence

Rioja2

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Las Gaunas: Estebas (29), Alba (23), Sara E. (3), Naiara O. (9), Sara S. (5) - quinteto inicial – Saioa (2), Minerva (3), Laura Gil, Estrella, Esquisabel.

Universidad Deusto Loiola: Anasagasti L. (16), Ruiz (6), Mendia (5), Aurre N (9), Rodríguez (12) - quinteto inicial – Goikoetxea (2), Aurre I. (1), Zarauz (6), Anasagasti J. (8), Fernández, García , Gómez.

LAS GAUNAS 74 -UNIVERSIDAD DE DEUSTO LOIOLA 65(Parciales:17-14, 14-12; 23-21; 20-18)

Las Gaunas, pese a la ausencia de alguna de sus anotadoras fundamentales, y a la diferencia de altura con las rivales, venció en un espectacular duelo, cargado de intensidad y dureza. Las jugadoras riojanas dieron un paso al frente manteniendo la calidad ofensiva y la firmeza defensiva para demostrar que conforman un gran equipo.

El enfrentamiento ante un equipo vizcaíno que había ganado contundentemente en la primera vuelta, 87 a 63, y la escasez de efectivos con ausencias significativas, complicaba el objetivo de las riojanas de mantenerse invictas en casa. Para conseguirlo el planteamiento parecía claro: apretar atrás e intentar llevar el partido por el camino de un marcador corto. Ese fue el tono con el que se inició el partido, el 0 a 0 se mantuvo hasta el minuto dos.

El corto 4 a 6 en el minuto 5, que reflejaba las primeras diferencias de las vizcaínas en esos minutos, no preocupaba en exceso a la afición local; el partido iba según los parámetros marcados. No tardó mucho el equipo riojano en ponerse por delante y, gracias a dos triples, se fué al 15 a 10 en el minuto ocho. Cortas ventajas que tuvieron continuidad en el 17 a 14 del final del cuarto. El 3 de 5 en tiros libres no era excesivamente preocupante, aunque empeoraría en los siguientes cuartos; a su vez, el desacierto en los triples complicaba la ruptura de la cerrada zona visitante.

El segundo cuarto se inició siguiendo los mismos parámetros, buscar el resultado corto. En este marco, un 8 a 0 gracias a dos triples casi consecutivos en el minuto tres, llevaba a las riojanas a una diferencia de nueve que parecía importante. Sin embargo; el 25 a 16 dio un vuelco. Seis puntos merced a pérdidas del balón y un cambio de ritmo que se tornó en correcalles convirtió, ahora sí, en peligroso el desacierto en los tiros libres. Seis libres fallados de forma consecutiva acercaron a las vizcaínas al 27 a 25 en el minuto siete. Por suerte el ritmo había vuelto a frenarse para dar paso al juego bronco que no dejó que el marcador creciera más allá del 31 a 26 al descanso. El partido, por tanto, seguía en los parámetros deseados, el principal problema era el desacierto, que seguía aumentando (5 de 17 en tiros de tres y 4 de 14 en libres en todo el primer tiempo).

El guión parecía mantenerse. Partido a pocos puntos, un equipo acomodado en zona frente al desacierto exterior rival y el otro apelando al “el todo vale más que la suma de las partes” de su defensa individual. Pero entonces las locales decidieron reivindicar el juego ofensivo que vienen desplegando durante el año. La agresividad defensiva se trasladó a la ofensiva y se olvidaron de los cuartos a diez puntos.

No fue una reivindicación a base de sutilezas, ninguno de los dos equipos estaba para permitirlas, así que las canastas se sucedían a base de garra, sufrimiento y en acciones siempre meritorias entre brazos y contactos rivales. En los dos primeros minutos del tercer cuarto se veía el reflejo de este cambio. Llegaba un 36 a 26 gracias a un 5 a 0 para Las Gaunas tras una increíble canasta con choque en que, casi desde el suelo, Alba conseguía la anotación y a continuación el tiro adicional. No tardaron en contestar con un 4 a 0 las vizcaínas, todo en esos dos minutos; el cambio había llegado. La dureza y la búsqueda de canastas cerca del aro convertía el partido en una sucesión de visitas a la línea de tiros libres donde las riojanas dejaban escapar sus posibilidades de alejarse en el marcador gracias a sus 8 fallos desde la línea en este cuarto. Pese a ello conseguían pasar de los diez de diferencia 51 a 40 en el minuto ocho, lo que permitió llegar al final del cuarto con un resultado de 54 a 47.

El parcial del anterior cuarto 23 a 21 se paró un poco en los cinco primeros minutos del último, creciendo el marcador apenas hasta un 58 a 53. De nuevo se rompió la tendencia anotadora con otra entrada agresiva a aro pasado y tiro adicional, en este caso de Sara. El impulso anotador, sin embargo, no llegó a partir de ahí a través del tiro o la habilidad técnica. El partido se había vuelto totalmente brusco, los dos equipos habían decidido ganar luchando. Así, el partido, que ya había empezado con retraso, parecía no querer acabar. Las faltas se sucedían, se mascaban las hostilidades y las trincheras quedaban situadas constantemente a 4,60 del aro. La visita a esa línea, la de tiros libre, fue constante.

Los últimos tres minutos se hicieron eternos, un triple y una canasta de las vizcaínas eran el puente entre las ocho veces que se colocaban en los libres. Mientras tanto, una canasta y catorce visitas era la respuesta local. Ninguno de los dos equipos estuvo acertado desde la tan concurrida línea y, pese a ello, el parcial del cuarto estuvo de nuevo rondando los veinte puntos; 20 a 18 que engordaba el marcador hasta el definitivo 74 a 65 y undécima victoria para Las Gaunas. Partido largo y poco preciosista que sirvió para reivindicar un equipo con todas las letras. Para que todas las jugadoras dieran un paso al frente, sumando esfuerzos.