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Las terapias que vienen

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El “I Curso de Biología Molecular para Oncólogos”, que se celebra en Madrid con el auspicio de la Sociedad Española de Oncología Médica, ofrece un espacio de actualización de conocimientos para acercar a estos profesionales sanitarios los mecanismos moleculares de las enfermedades oncológicas (cáncer) y el modo de acción de los nuevos medicamentos, dos factores que pueden tener implicación en el desarrollo de la actividad clínica diaria.

El conocimiento de la Biología Molecular permite un acercamiento a las causas y el mecanismo que conduce al desarrollo de un tumor. Por lo tanto, “contribuye a la prevención del cáncer y añade un valor cualitativo para saber cómo actúan los nuevos medicamentos en estos pacientes y sobre todo, con qué otros fármacos pueden interaccionar o combinarse con el objetivo de conseguir una mayor eficacia de la terapia anticancerosa”, según el doctor García-Foncillas. Además, “gracias a las investigaciones en Biología Molecular podemos informar a los pacientes con una mayor precisión del pronóstico que pueden tener” añade García-Foncillas.

Por otra parte, el doctor Gascón considera que “el oncólogo del siglo XXI debe poseer unos conocimientos básicos de la Biología Molecular que le permitan entender la gran explosión de descubrimientos y avances en la biología del cáncer que se están produciendo cada día y su impacto en la clínica. Una mejor formación redunda, sin duda, en una oncología más competitiva con nuestros homólogos europeos y norteamericanos”.

Las expectativas de los tratamientos farmacológicos contra el cáncer se han centrado en la secuencia completa del Genoma Humano y las aplicaciones que pueden extraerse de las distintas categorías del estudio celular para su uso en la práctica de la Medicina.

EPIGENOMA Y OTROS 'PALABROS'

De acuerdo con el doctor García-Foncillas “el epigenoma nos permite conocer mecanismos por los que se puede silenciar la expresión de genes, y del silenciamiento o de la reactivación de esos genes, conocer qué procesos de resistencia o de sensibilidad a fármacos se pueden derivar de esos cambios”. Por otra parte, para el doctor Gascón “el gran potencial terapéutico y de diagnóstico procederá posiblemente del proteoma, ya que las proteínas marcan la diferenciación y la especificidad de las células”.

El futuro más inmediato de la investigación oncológica necesita aplicar las aportaciones de la Biología Molecular al diseño de nuevas terapias oncológicas y a su vez, que éstas puedan concretarse en el ámbito de la investigación clínica.

Respecto al camino que seguirá la investigación en oncología “nos encontramos en las puertas de una gran revolución en la teoría del conocimiento inducida por los avances en la biología molecular. Podemos esperar grandes cambios en la clasificación de los tumores, en el pronóstico, en la identificación de pacientes que responden o no responden a un determinado medicamento y en la elaboración de nuevos agentes anticancerosos. Estamos siendo testigos de una verdadera revolución científica”, responde el doctor Gascón.