El líder de la coalición explicó que viene a Asturias a dar cuenta “a los más suyos” del fin de su etapa como coordinador y del inicio de otra, y dejó claro que la decisión de abandonar el cargo ahora tiene como objetivo evitar que la IX Asamblea Federal, que tendrá lugar los próximos 15 y 16 de noviembre en Madrid, comience “en clave de pasado, de reproches o confrontación”.
Llamazares resaltó que asume la responsabilidad de la derrota en las últimas elecciones generales pero “no la culpa”. “Hay que preservar de esas derrotas al conjunto de la organización”, señaló el coordinador general, que añadió que “por eso soy el principal responsable”.
El líder de la coalición hizo especial hincapié, no obstante, en que otros factores como un “sistema electoral injusto” y “una bipolarización del miedo” están también en el fondo de lo ocurrido el pasado 9 de marzo.
Llamazares también incluyó entre sus responsabilidades el no haber conseguido un mayor grado de unidad en su formación y de no haber cambiado más a esta organización “para ponerla al ritmo de los tiempos”. Se trata, dijo, de un fin de una etapa que afronta con sensaciones “agridulces” en las que la parte más amarga está protagonizada por la derrota electoral y la más dulce por “el orgullo de haber dirigido IU” durante la lucha contra la guerra de Irak y de haber intentado, y a veces conseguido, “avances en los derechos civiles”.
Ya en clave de futuro, y después de dejar claro que dimite como coordinador pero que seguirá trabajando como diputado y representante de la coalición, Llamazares mostró su deseo de que la próxima Asamblea Federal “mire hacia delante” y que atienda a las necesidades de los trabajadores y “no a su ombligo”. Es necesario, señaló el coordinador, que se den alternativas de izquierdas a los problemas actuales de la sociedad.
En este sentido, el coordinador apuntó que la actual crisis financiera es “la crisis del capitalismo neoliberal” y en este marco mostró su convicción de que el reto no tiene que ser refundar el capitalismo. “No queremos que se acuerden del socialismo para socializar deudas”, incidió Llamazares, que planteó la necesidad de que se socialicen también los beneficios y haya un cambio real en el sistema.
Sobre el futuro que le depara a IU, el hasta ahora coordinador aseguró que se trata de una formación “imprescindible” porque “es útil a los trabajadores” pero dejó claro que tiene que ser el partido de la “utopía pero con los pies en el suelo, con propuestas y soluciones concretas” y que forme parte en los próximos días, semanas y meses “del movimiento contra la crisis”.
Llamazares apostó también durante su discurso ante la asamblea asturiana por “un nuevo socialismo del siglo XXI” y propuso entre las claves de futuro la protección a los colectivos más débiles, un modelo de consumo responsable y sostenible y “un cambio de sistema” basado en un mayor control de los bancos centrales y los organismos financieros.
En opinión del líder de IU, su formación necesita también ser “más abierta y menos sectaria” y “más federal y menos individualista” para hacer, dijo, “la revolución concreta del día a día y no la de la cafetería”.