El mejor momento de observación de la lluvia de estrellas de las Perseidas, popularmente conocida como las Lágrimas de San Lorenzo, será a última hora de esta madrugada, aunque su máxima actividad tendrá lugar a mediodía del martes 12. En ese momento, se estima una media de 100 estrellas fugaces por hora, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio, según informó el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Como este año el mayor apogeo de las Perseidas ocurre a mediodía, el mejor momento para contemplar la Lágrimas de San Lorenzo se producirá antes, en la madrugada del lunes 11, cuando la constelación de Perseo se encuentre más alta en el horizonte y la Luna, en avanzado cuarto creciente, se haya puesto.
Las llamadas “estrellas fugaces” son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños -algunas no llegan a ser más grandes que un grano de arena-, asociadas a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de su órbita en sus sucesivos pasos alrededor del Sol.
Cuando cada año la Tierra atraviesa ese rastro de partículas, el polvo entra a gran velocidad en la atmósfera terrestre y se desintegra, dejando ese trazo luminoso característico que recibe el nombre científico de 'meteoro'.
En el caso de las Perseidas, la órbita atravesada es la del cometa 'Swift-Tuttle', que da una vuelta alrededor del Sol cada 130 años. Su última aparición fue el 11 de diciembre de 1992, año en el que se observaron más de 300 meteoros por hora, más de tres veces la cantidad habitual.
La mejor forma de disfrutar de la lluvia es la observación a simple vista, sin telescopio ni anteojos de ningún tipo, ya que es preciso abarcar el máximo campo de visión. Cualquier punto de observación es bueno siempre que ofrezca un horizonte y no tenga luces brillantes cerca.