El Ayuntamiento de Logroño pagó el año pasado a sus proveedores en una media de 18,33 días, “un plazo muy por debajo de los 30 días máximos marcados por la ley”, como ha destacado la concejala de Transparencia, Hacienda y Administración Pública, Mar San Martín.
San Martín ha detallado que este dato se recoge en la Liquidación del Presupuesto del ejercicio 2015 y certifica “el esfuerzo realizado para inyectar liquidez a las empresas y favorecer de este modo el desarrollo de la economía local, una prioridad de este equipo de Gobierno desde que llegamos a la Alcaldía en 2011”.
Este objetivo, ha dicho, se concreta en el pago medio de todo el año, calculado sobre la media de cada uno de los meses, y que arroja esta cifra de 18,33 días “muy por debajo de los 30 días que nos marca la ley”, al tiempo que ha resaltado que “no hay ni un solo mes del año en el que este plazo máximo se haya superado”.
Así, ha concretado que el mes en el que los pagos se hicieron más rápido fue enero, con una media de 11,65 días, mientras que el de más demora fue marzo, con 28,05 días, “que, de todos modos, tampoco llega a superar los 30 días, estamos siempre por debajo del límite”.
La concejala ha precisado que este indicador se refiere a todas las facturas que llegan al Ayuntamiento, tanto las relativas a servicios y suministros como a certificaciones de obras, y se calcula bien a partir del registro contable de la factura presentada por parte del proveedor o desde la aprobación de la certificación mensual, en el caso de las obras.
El año pasado, en concreto, de acuerdo con los datos que ha facilitado Mar San Martín, se pagó a los proveedores un total de 60,68 millones de euros para 13.095 facturas que se tramitaron el año pasado por parte municipal.
MEDIDAS
La edil ha recordado que, en el año 2011, cuando el PP accedió al equipo de Gobierno municipal, “nos encontramos con que el periodo de pago a proveedores superaba los 70 días”, tanto, ha recalcado, “que había 2,5 millones pendiente de pago, con facturas que, en algún caso, tenían un retraso de más de dos años”.
Una situación que, además, “se afrontaba sin crédito para poder abonarlas, por falta de liquidez en las arcas municipales”. Por ello, ha recordado, “acabar con el déficit y sanear la economía del Ayuntamiento fue una de nuestras primeras prioridades”, de modo que los 2,5 millones de pagos pendientes estaban saldados “para el 31 de diciembre de 2011”.
Para llegar a este punto, ha sido necesario “adoptar una serie de medidas”, que han llegado tanto de la parte estatal como local. En el primer caso, San Martín ha detallado que “en 2011, el periodo de pago estaba en 50 días, luego se rebajó a 40, hasta que se fijó en los 30 días actuales”.
En el caso de las medidas locales, “se realizó una inmediata revisión de todos los contratos municipales”; se consiguió pagar todo lo atrasado para final de 2011, por lo que no fue necesario acceder a la línea de ayudas creada para ello desde el Gobierno central; “y, en 2012, se puso en marcha el I Plan de Fondos de Tesorería, que establece prioridades en los pagos de la administración”.
Así, ha puesto como ejemplo “el pago inmediato”, con un máximo de siete días, para las facturas relacionadas “con aspectos especialmente sensibles” y ha citado, en concreto, las ayudas sociales de emergencia “que, normalmente, se llegan a pagar de un día para otro”.
San Martín ha recordado, por último, que, desde el Gobierno central, en 2013, entró en vigor la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera “y se establece la morosidad comercial como uno de los parámetros de obligado cumplimiento, una obligación que el Ayuntamiento de Logroño no sólo cumple sino que lo hace muy por debajo del límite marcado, esa media de 18,33 días registrada en 2015”.