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Antoñanzas quiere un programa educativo para que los que salen dejen descansar a los vecinos

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El concejal del Partido Riojano (PR+) en el Ayuntamiento de Logroño, Rubén Antoñanzas, acompañado por una vecina de la calle Duquesa de la Victoria, Beatriz Álvarez, ha presentado hoy una propuesta que “lleva un trabajo detrás y que intenta poner sobre la mesa una posible actuación frente al inmovilismo de este Ayuntamiento a la hora de hacer frente a los problemas de ruido provocado por el ocio nocturno en la zona de Duquesa de la Victoria y que también se da en otras zonas”.

Antoñanzas ha denunciado “la pasividad del Ejecutivo local ante un problema que padecen muchos logroñeses; el problema del ruido”. En su opinión, “estamos ante un asunto de capital importancia para los vecinos de Logroño, un asunto que afecta a su salud, pero, sin embargo, el equipo de Gobierno ha intentado una y otra vez que pase desapercibido, mostrando una enorme falta de interés no sólo en plantear soluciones, sino en establecer unos mecanismos sencillos para hacer llegar la información al ciudadano, tal y como sucedió con el Plan Municipal de acción contra el ruido en Logroño”.

“El actual Gobierno ha sido incapaz de proteger a los vecinos”

A juicio de Antoñanzas, “el actual Gobierno ha sido incapaz de proteger a los vecinos de muchas zonas de Logroño y garantizar su derecho al descanso, las medidas policiales, que no siempre se han tomado por parte de la dirección de la policía, han resultado insuficientes; Estas medidas puntualmente consiguen reducir la intensidad, pero no se mantienen en el tiempo y, muchas veces, el problema se traslada a otras zonas de la ciudad”.

El concejal cree que “este hartazgo de los logroñeses se visualiza claramente en la zona de Duquesa de la Victoria con los locales de ocio nocturno ubicados en esta zona y la única oferta que han recibido los vecinos es que, puntualmente, se mandarán más efectivos policiales”.

Para Antoñanzas, “esa solución es poco ambiciosa, se ha demostrado ineficaz y consideramos que o se complementa con otras medidas de más amplio calado o, lamentablemente, está abocada al fracaso”. Por ello, el edil regionalista propone “crear un programa educativo, con el objetivo de que los clientes de estos locales reflexionen y sean conscientes del perjuicio y daño que el ruido causa a los vecinos”.

Según ha explicado Antoñanzas, “el fin es promover el desarrollo de la empatía de las personas que disfrutan del ocio nocturno hacia los vecinos que sufren el ruido, se trata de una estrategia que persigue sensibilizar a los jóvenes para que respeten el descanso de los vecinos y eviten actitudes incívicas”.

El concejal del Partido Riojano considera que “deberán facilitarse encuentros o asambleas entre las cuarto partes afectadas: vecinos que reivindican su derecho al descanso, personas que quieren disfrutar, hosteleros que pretenden impulsar la noche y el propio Ayuntamiento, para buscar posturas de acercamiento y buscar soluciones porque los intereses de las cuatro partes no tienen porque estar contrapuestos. Irían enfocados en la línea de promover actitudes cívicas, de solidaridad y comprensión de las vivencias del otro”.

“Sensibilizar para que se respete el descanso del resto de los vecinos y evitar las actitudes incívicas mientras se disfruta del ocio nocturno es el primer paso”, ha expresado Antoñanzas. Con ese fin, ha puntualizado, “educadores especializados en intervención social deberán desplazarse a los puntos neurálgicos del botellón y salidas de zonas de ocio para conseguir que los usuarios se pongan en la piel de los vecinos. Además, los educadores podrán ir recogiendo las propuestas que les trasladan”.

Por todo ello, el edil ha solicitado vía moción que “el Ayuntamiento de Logroño diseñe y/o aplique un programa educativo dirigido a favorecer la comprensión, solidaridad y empatía de los usuarios del ocio nocturno con los vecinos que viven en zonas cercanas”. Según el concejal, el programa “deberá dotarse de los recursos humanos necesarios (equipo multidisciplinar, educación social, psicología y trabajo social) y de los materiales oportunos (medios audiovisuales, para facilitar la comunicación con la población más joven, con diferentes realidades de los vecinos, cómo afecta a personas enfermas, a los bebés, a la tercera edad... )”.

Por su parte, Beatriz Álvarez, vecina afectada, ha manifestado que “el ruido nocturno en nuestra calle es un grave problema que afecta al descanso, y en definitiva, a la salud, a nuestra vida cotidiana”. En ese sentido, ha declarado que “no sé si se pueden imaginar el ruido que debe soportar un vecino de mi calle durante un sábado por la noche” y ha puesto ejemplos de determinadas actitudes que se producen, como la llamada a los timbres o grupos de personas que se ponen a cantar durante horas“. Álvarez tiene ”dos niños de muy corta edad que, con frecuencia, se despiertan y se alteran por el ruido exterior en horario de noche“, por lo que cree que ”el Ayuntamiento debería darnos una solución“.