Mientras el Ayuntamiento de Logroño acuerda con comercio y hostelería continuar con la recogida de basuras puerta a puerta en el Casco Antiguo de la ciudad, adelantando el horario para hacerlo más efectivo, los vecinos vuelven a denunciar que esa no es la solución y que, lejos de mejorar, empeora la situación.
De hecho, la plataforma vecinal ha exigido al consistorio que suspenda de “forma inmediata” la recogida puerta a puerta de las basuras de la hostelería que, después de seis meses, “se ha demostrado ineficaz y va camino de convertirse en un problema de salud pública”.
“Se nos están obligando a convivir con las basuras, que se acumulan durante horas junto a nuestros portales”, denuncian. Los vecinos del Casco Antiguo consideran que este sistema de recogida, puesto en marcha el pasado mes de octubre, ha fracasado y critican de forma “enérgica” que ahora se pretenda ampliar a vidrios y botellas, tal y como anunció ayer el concejal de Medio Ambiente, Jesús López: “Es la gota que colma el vaso, ya que afectará directamente a las escasas horas con que contamos para descansar”.
Consideran que extender la recogida a los envases de vidrio, tal como se ha anunciado, supondrá escuchar los ruidos de su depósito a altas horas de la noche o la madrugada y de la recogida temprana por los servicios de limpieza: “Decimos al Ayuntamiento que basta ya de negociar únicamente con la hostelería planes a su medida sin consultarnos ni tener la más mínima sensibilidad con los residentes”. “No es sólo una cuestión estética, que también, sino que, con el calor, el sistema puede convertirse en un problema de salud pública, con decenas y decenas de acumulaciones de basura orgánica, junto con cartones y envases durante horas, y a las que ahora se quieren añadir miles de botellas en la puerta de nuestras casas”.
Los vecinos recuerdan que el propio Ayuntamiento ha reconocido las deficiencias del servicio, conoce las quejas vecinales, pero, “en lugar de hacer responsable a la hostelería del centro histórico de sus residuos, como sucede con el resto de ciudadanos y de hosteleros de la ciudad, la respuesta ha sido cambiar taza por tazón: No pedimos nada fuera de lo normal, sino simplemente que cada logroñés se imagine cómo sería la convivencia con docenas de montañas de basuras en su propia calle”.
La plataforma vecinal reclama al Ayuntamiento no sólo soluciones a la cata para la hostelería, sino un plan de acción negociado con sus residentes para el problema de las basuras, de la falta de limpieza y la desatención crónica de la zona. Conocidos son por todos los problemas de los contenedores soterrados de la calle Portales, averiados desde hace años, aunque ahora se quieren arreglar para 2025. Lo mismo sucede con los de refuerzo apilados en la Plaza del Mercado en un lateral de la concatedral de La Redonda que, por mucho que se hayan tuneado, sirven para dar servicio a la hostelería y se convierten en mingitorios habituales de algunos de sus clientes. “Paradójicamente, hay calles de la zona norte del Casco Antiguo, desde San Gregorio hasta la plaza del Mercado, donde los vecinos no tienen contenedores para reciclar”, aseguran.
Asimismo, reclaman una mayor atención para zonas periféricas del Casco Antiguo, en plazas como la de la calle del Horno, donde, según denuncian, son los propios vecinos los que en ocasiones tienen que retirar restos de vidrio y de plásticos de botellones, incluso en el recinto de juegos infantiles, ya que no se atienden con la diligencia debida. Se refieren también a las incontables pintadas en fachadas y locales vacíos “que han convertido el corazón de nuestra ciudad en un lugar siniestro, donde lo que se necesita son nuevos comercios, oportunidades laborales, un verdadero plan de vivienda social y un control exhaustivo de pisos turísticos y negocios hosteleros”.