Correos ha adjudicado al Grupo Tarso Propierties S.L.U. el edificio de la Plaza de San Agustín de Logroño, por un importe de 2,01 millones de euros, según la información publicada por la entidad postal en su Portal de Transparencia, y a la que ha tenido acceso Europa Press.
La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, se ha trasladado este viernes a Madrid para reunirse con el presidente de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos S.A., Javier Cuesta, tras aprobarse ayer mismo esta adjudicación.
El adjudicatario plantea rehabilitar este inmueble para desarrollar una actividad afín a su objeto social, -que, según figura en diversos directorios consultados por Europa Press, es “la promocion y/ o explotacion de cualquier actividad de hosteleria o restauracion, asi como la explotacion de locales comerciales y de oficina”-, además de en concordancia con la calificación legal municipal del inmueble y terrenos de la zona.
Con este objetivo, el adquirente concurrió a la licitación convocada por Correos y Telégrafos, sociedad dependiente del Estado a través de SEPI, y presentó una oferta que cumplía perfectamente con los requisitos exigidos en el citado concurso público.
“Es una excelente noticia. Supone el desbloqueo de una situación que se ha prolongado demasiado tiempo pero, sobre todo, supone poner en marcha un proyecto ilusionante, de primer nivel, que va a tener una importante repercusión social y económica”, ha destacado Gamarra.
Por su parte, el presidente de Correos, Javier Cuesta Nuin, ha afirmado que la empresa postal y de paquetería confía en que “esta adjudicación del edificio contribuya a impulsar el desarrollo del centro de la ciudad” y ha agradecido a la alcaldesa “el interés y apoyo demostrado por el Ayuntamiento”.
“Confiamos -ha señalado- que una vez cumplidas todas las condiciones de la compra-venta, que deberá ser completadas en un plazo máximo de 3 meses, la nueva propiedad convierta este inmueble en un símbolo de progreso y recuperación del Casco Antiguo de Logroño”.
VOLUMETRÍA, EDIFICABILIDAD Y TIPOLOGÍA
Otro de los valores destacados por la alcaldesa ha sido la recuperación de uno de los elementos patrimoniales más importantes de Logroño; un edificio de 1932 con diseño de Agapito del Valle y con un alto grado de protección. Se levanta sobre una parcela de 620 metros cuadrados y la superficie total construida es de 2.358,72 metros cuadrados distribuidos en semisótano, baja, primera y segunda planta.
“Este proyecto -ha insistido Gamarra- mantendrá la volumetría, la edificabilidad y la tipología actuales”. Son principios que el equipo de Gobierno ha considerado irrenunciables desde el primer momento y que fueron expresamente fijados en el convenio que en septiembre de 2014 firmaron la alcaldesa de Logroño y el presidente de Correos.
Esta fecha marcó el desbloqueo de una situación que se había enquistado una década atrás y que después de muchas negociaciones y complejas tramitaciones administrativas dio origen al proceso que ahora culmina con la adjudicación del edificio.
En 2003, el edificio que albergaba la sede central de Correos en Logroño, en la emblemática plaza de San Agustín, cerró sus puertas para acometer unas obras de rehabilitación que comenzaron pero fueron paralizadas poco tiempo después. La ejecución nunca más se retomó por diversos problemas relacionados tanto con las condiciones del inmueble como con conflictos empresariales e incluso judiciales con la firma contratada para llevar a cabo los trabajos.
El equipo de Gobierno liderado por Cuca Gamarra impulsó la recuperación de este inmueble por su interés patrimonial y su estratégico valor y emplazamiento en el corazón del Casco Antiguo.
Tras un intenso trabajo con Correos, para determinar su renuncia al uso que el edificio había mantenido hasta ese momento y fijar las condiciones para su enajenación, hubo que modificar el Plan General Municipal. Así, la parcela sobre la que se asienta pasó de un uso “dotacional público” a “residencial no vivienda”.
En 2015 se produjo una primera licitación que quedó desierta y que sirvió de base para la actual, convocada dos años después, y que ha resultado exitosa.
Además del beneficio patrimonial, social y económico para la ciudad; la venta supondrá un ingreso directo en las arcas del Ayuntamiento que fue fijado en el convenio urbanístico que en 2014 se firmó con Correos a modo de compensación por la modificación de usos, siguiendo lo establecido por la Legislación Urbanística.