Rubén Gil Trincado, coordinador del Partido Riojano, ha denunciado las 'obras ilegales' que acometió el Gobierno de La Rioja para privatizar las obras de uno de los parking del Hospital San Pedro y que no contaban con los permisos municipales.
La colocación de bolardos, vallas, barreras o lectores de tarjetas electrónicas han supuesto un gasto de 23.200 euros para la Consejería de Salud en el aparcamiento de la calle Pedregales sin licencia municipal. Gil Trincado asegura que “Sanz se salta la normativa y no abona al Ayuntamiento las tasas correspondientes como tendría que hacer cualquier ciudadano”.
Esa tasa municipal ascendería a 200 euros, una cantidad mínima que, en palabras de Gil Trincado, no se ha abonado por la actitud soberbia del presidente del Gobierno. El regionalista asegura que la justificación de la Consejería de Salud es que se ha producido una descoordinación de diferentes áreas del Gobierno de La Rioja y por ello no se ha solicitado el permiso municipal.
Por otra parte, Gil Trincado ha criticado duramente la negativa del Gobierno de La Rioja de acondicionar el conocido como “aparcamiento silvestre” del Hospital donde muchos ciudadanos se ven obligados a aparcar sus vehículos para evitar pagar en los aparcamientos privatizados. “El Gobierno cerró este parking y ahora los ciudadanos lo han vuelto a abrir para seguir aparcando” ha dicho Gil Trincado, “lo que tiene que hacer el Gobierno en vez de gastarse esos 23.200 euros en obras sin licencia es pavimentar e iluminar el aparcamiento que cada día utilizan 200 personas”.
800 trabajadores tienen que pagar por aparcar
Además, Gil Trincado ha denunciado que la gratuidad del aparcamiento del San Pedro ante las quejas de los trabajadores del centro hospitalario no ha llegado a todo el mundo. Asegura que uno 800 empleados en el servicio de hostelería y limpieza, no poseen la tarjeta identificativa que permite aparcar gratuitamente en los aparcamientos del Hospital al resto de trabajadores. El motivo es que estos empleados trabajan para una empresa subcontratada del hospital por lo que son tratados “como trabajadores de segunda y esto es denigrante”.