Logroño recibirá este domingo el primer tren que llegará por unas vías soterradas, una infraestructura que transformará por si sola la capital de La Rioja, después de casi un siglo y medio en el que el tendido ferroviario aéreo ha sido parte de la imagen de la ciudad.
El tren Alvia procedente de Barcelona con parada en Logroño a las 19.23 y con destino final en Bilbao -donde llegará a las 21.50-, será hoy, sábado, el último que haga su parada en la hasta ahora provisional estación de Logroño.
Atrás quedan 148 años de historia, desde que el 21 de septiembre de 1863, en presencia del general Espartero, se inauguraba la primera estación del ferrocarril en lo que hoy es la céntrica Avenida de Gran Vía de Logroño.
Transcurrió casi un siglo hasta que la infraestructura se trasladó a la Plaza de Europa, debido a que el tendido de la vía férrea seccionaba en dos partes la ciudad e impedía por completo la expansión de la misma.
Esa antigua estación fue demolida el 9 de agosto de 2010, aunque el 30 de abril se abría la provisional por el comienzo de las obras de soterramiento, que incluyen la nueva estación intermodal.
La nueva infraestructura forma parte de la primera fase de las obras de integración ferroviaria, que permitirán la transformación urbanística de Logroño, al soterrar un tramo de casi 1.400 metros de la línea Castejón-Miranda de Ebro de la red convencional, al tiempo que se preparan las instalaciones ferroviarias para la llegada de la Alta Velocidad.
En el área soterrada se han instalado 5 vías, 2 generales y 3 de apartado, que son las que Logroño verá a partir de este domingo, coincidiendo, además, con la patrona de la ciudad, la Virgen de la Esperanza, cuando a las 09.20 horas la ciudad verá llegar el primer tren soterrado por la ciudad.
Será el Alvia Bilbao-Logroño-Barcelona, que tiene parada a las 9.29 horas en la capital riojana.
A partir de la entrada en funcionamiento de la nueva estación, el servicio de atención a los viajeros y el acceso a los andenes se realizará en las nuevas instalaciones de la Plaza de Europa, y quedará en desuso el apeadero provisional.
La estación ha sido diseñada de acuerdo con los criterios de accesibilidad integral, para lo que se han previsto accesos en rampa y encaminamientos en el suelo que guían a las personas invidentes hasta los lugares de uso común.
Desde el vestíbulo, los viajeros pueden acceder directamente a la nave de andenes mediante escaleras mecánicas, escalera fija y ascensores.
Una vez que las obras estén acabadas en su totalidad, los viajeros podrán disfrutar de todos los accesos y servicios de una infraestructura con la que Logroño avanza hacia la alta velocidad y el progreso.