Jon Ajona
es uno de los vecinos del inmueble destrozado por la explosión de gas. Esa noche había decidido pasarla en casa de sus padres fuera de Logroño. Eso le ha salvado la vida.
“Me siento raro, aliviado por una parte pero con pena porque la familia fallecida era vecina mía y aunque no tenía mucha relación con ellos, pero los conocía, he visto a los niños.. es una pena”. Jon Ajona, joven estellés de 27 años, residía desde hace menos de un año en el 2º Izquierda del número 25 de Gran Vía de Logroño como inquilino, el inmueble destrozado por una explosión de gas ayer por la mañana y en la que han fallecido los cuatro miembros de una misma familia: el matrimonio y sus dos hijos pequeños.
Jon sabe que ha vuelto a nacer. Así se lo dijo el bombero que tuvo que tirar la puerta de su vivienda a bajo y que comprobó como la habitación donde dormía estaba en la zona más afectada por la explosión. “Me ha dicho que hay restos de las dos plantas de arriba en mi cama” asegura el joven.
Esta mañana, su madre le ha despertado advirtiéndole que la casera y dueña de la vivienda le había estado llamando insistentemente desde primera hora. “Habían tratado de localizarme los bomberos, la policía y ella porque no sabían si estaba dentro de la casa”, cuando la casera ha hablado con la madre de Jon y ésta le ha dicho que había pasado la noche en la casa familiar, ha respirado tranquila.
Lo primero que ha pensado Jon es en sus amigos y familiares que sabían que vivía en ese edificio de Logroño. Les ha llamado a todos para comunicarles que estaba bien. Pero cuando ha llegado a Gran Vía y ha visto las ventanas y el balcón de lo que antes era su casa ha pensado que “estaba viendo una película en la tele. No me podía creer estar viendo a un bombero en mi salón tirando escombros de las viviendas que había encima de mi casa. No te lo puedes creer, ayer estabas tirado en el sofá del salón y ahora no queda nada”.
En la zona se ha montado una pequeña carpa en la que personal de Servicios Sociales ha ofrecido apoyo psicológico y material a los afectados. Jon estará alojado hasta el lunes en un hotel de Logroño. Y ha sido complicado ya que en este fin de semana quedaban pocas habitaciones libres en hoteles y pensiones de la ciudad. También le han dado un ticket de desayuno, almuerzo y cena en un conocido restaurante de Logroño. Allí se encontrará con todos los afectados. A partir del lunes se podrán en contacto con ellos para ver como se organiza todo.
“Todos mis efectos personales se han quedado dentro del piso. Mi ropa, mis cosas...” dice Jon que había acudido a casa de sus padres con una pequeña maleta con ropa para un día. El bombero con el que pudo hablar le comentó que todos los efectos que se puedan recuperar permanecerán en un contenedor del depósito municipal para que los afectados lo recuperen.
Mañana, a empezar una nueva vida. “Dependen de lo que me digan desde el Ayuntamiento, hasta cuando voy a poder estar alojado veré que hago... o vuelvo a casa de mis padres o me busco otro piso de alquiler.. no lo sé..”.
EVA: “He invertido en mi negocio y ahora no sé como está y tengo que seguir pagando el crédito”
Eva había comenzado hace un año su andadura en solitario como empresaria. Consiguió alquilar un local en el número 25 de la Gran Vía para abrir una tienda de moda “Biba”. Ahora y aunque no la han dejado entrar, sabe que su esfuerzo de mucho tiempo ha quedado reducido a escombros ya que su tienda también está afectada por la explosión.
“Tengo los cristales completamente roto y la parte de atrás, el almacén, quemada. Aparentemente de fuera la tienda no se ve mal pero el edificio dicen que está destrozado e igual lo tienen que derribar”. El concejal de Urbanismo, Miguel Gómez Ijalba, ha asegurado en la Cadena Ser que iban a esperar a los informes técnicos pero que los más probable es que tuviera que ser derribado el edificio. “Es un palo también para nosotros. Entiendo que es peor lo de la familia fallecida o los que han perdido su casa. Pero esto es un negocio y día que pasa no vuelve, hemos metido un montón de dinero, tengo una deuda con el banco y el alquiler”, dice Eva.
Los escombros llegaban ayer a media persiana de la tienda por lo que es imposible entrar. Eva, se queja de la falta de información. Se ha enterado esta mañana gracias a la llamada de un familiar que vive en la Gran Vía y ha sido testigo de la explosión y de la llegada de la Policía, Bomberos y demás. “He acudido allí de inmediato, pero nadie se ha puesto en contacto con nosotros, ni la Policía ni los bomberos ni nadie.., no han preguntado por nosotros, nadie se ha molestado en decirnos absolutamente nada”.
Ahora toca volver a empezar. “Lo que pasa es que ahora los tiempos están muy difíciles. Desde luego tenía una negocio abierto y estaba muy contenta... ahora no sé, no sé que va a pasar, cómo tengo que volver a empezar.. espero que nos ayuden de alguna manera”.