La arquitectura defensiva de Logroño será el hilo conductor de la próxima sesión del ciclo ‘Acercándonos al arte civil del siglo XVI’, que se celebra dentro del programa de actividades del V Centenario de la concesión de las Flores de Lis.
La conferencia, impartida por Isaac Martínez Espinosa, de la Asociación Urraca Historiadores, tendrá lugar el martes 2 de mayo a las 19:30 en el Espacio Lagares y su acceso será libre hasta completar aforo.
Los asistentes conocerán la evolución de las murallas de Logroño entre el final de la Edad Media y el auge de la Época Moderna (siglos XV y XVI). Así, se analizará el conjunto monumental de El Revellín, con una muralla del siglo XV en cuyo frente se construyó, en 1522, la puerta del Camino o de Carlos V, el Cubo del Revellín y dos paramentos de muralla; el lienzo de la Plaza de Alonso de Salazar, del siglo XV, donde se observa el arranque de un calado en ladrillo del XVII y cómo se integró con el urbanismo de la ciudad a partir del XVIII/XIX; las calles Norte y San Gregorio, donde se pueden apreciar diversos paramentos integrados en las viviendas, especialmente entre los puentes de hierro y de piedra; y, finalmente, el yacimiento del convento de Valbuena, donde se conserva un tramo de la muralla del siglo XIX vinculada con la invasión napoleónica y las guerras carlistas.
Las casas de los Yanguas o los Blázquez, entre los próximos espacios
A lo largo del mes de mayo se realizarán nuevas sesiones sobre diferentes espacios civiles de la ciudad, cuyas fechas se anunciarán próximamente y todas ellas de carácter gratuito.
Entre ellos figuran la Casa de los Blázquez o la Casa de los Yanguas (en este caso, las fachadas), también conocida como la casa de la Virgen, uno de los mejores ejemplos conservados de casa-palacio. Perteneció a la familia de los Yanguas y puede ser uno de los lugares donde durmió Carlos V en su visita de 1520.
También se visitarán en Espacio Lagares y el Calado de San Gregorio, que desde el año 2021 albergan la exposición ‘El Camino del Vino’. Lagares guarda dos conjuntos productivos bien diferenciados: el norte del siglo XVI (y que debió pertenecer a la familia de los Cabredo) con dos superficies de pisado, dos prensas y varios lagares en los que se producían los primeros procesos de fermentación para luego pasarlos al calado) y el sur (del siglo XVIII y más grandes). Por su parte, el Calado de San Gregorio (o Calado Largo) es una magna construcción en piedra de sillería de unos 30 metros de longitud que hunde sus raíces en el siglo XVI pese a que el que se observa actualmente es una reconstrucción del siglo XVII tras varios hundimientos. Ambos espacios servirán para explicar los procesos productivos en el siglo XVI ligados al vino.
“Gracias a este ciclo, la ciudadanía podrá realizar una inmersión histórica en la época posterior al asedio de 1521 y a la concesión de los privilegios carolinos de 1523, pues inciden en el espíritu de celebración y divulgación a partes iguales de nuestra historia para presentarnos el Logroño de aquella época y hacernos partícipes, de alguna manera, de lo que vivieron nuestros antepasados. Una época donde la religión era importante siendo los templos los máximos exponentes históricos que hoy sobreviven, como ya hemos podido ver en el ciclo de arte sacro, y que ahora podremos complementar con los principales exponentes del arte civil en forma de casas-palacio, espacios productivos y elementos defensivos”, ha destacado el edil de Patrimonio y Centro Histórico, Adrián Calonge.
La celebración del V Centenario de la concesión de las Flores de Lis a Logroño, que también hace referencia a los privilegios otorgados por el emperador a la ciudad en 1523, “tiene como objetivo mostrar los tesoros que tiene la ciudad de la época Carolina de la primera mitad del siglo XVI y redescubrir ese Logroño que terminó de despegar gracias a las mercedes concedidas por Carlos V”, ha añadido el edil.