La Audiencia Nacional juzga el próximo martes al dirigente de los GRAPO Fernando Silva Sande por su participación en el asesinato, en diciembre de 1989, de los guardias civiles Isaac Rodríguez y José María Sánchez Melero, quienes prestaban servicio en la delegación de Hacienda de Gijón (Asturias). La Fiscalía solicita 48 años de cárcel para el terrorista por estos hechos.
El escrito de calificación provisional del Ministerio Público señala que la acción fue perpetrada por el acusado junto a los ya condenados Guillermo Vázquez Bautista, María Jesús Romero Vega y la fallecida María Isabel Santamaría del Pino.
En diciembre de 1989, los antes citados, residentes en Logroño, se trasladaron a Gijón por orden de Silva Sande, quien les encargo el asesinato de los guardias civiles.
El día 28 de dicho mes María Jesús e Isabel se quedaron vigilando la Delegación de Hacienda mientras Vázquez y Sande se dirigieron a la cabina de seguridad donde se encontraban los agentes, a quienes dispararon y, una vez caídos en el suelo, remataron. El guardia civil Rodríguez falleció en el acto, mientras que su compañero, Sánchez Melero, murió poco después en el hospital al que fue trasladado.