Unir La Rioja con Cantabria es complicado debido, sobre todo, a los 200 kilómetros que separan a estos dos comunidades. Sin embargo, nada mejor que su gastronomía para tender puentes.
Y eso es, precisamente, lo que han pensado los integrantes del Centro Cántabro de Logroño. Y si su gastronomía es conocida por toda España es gracias al marmita, una receta que combina bonito, patata, verdura y una hojita de laurel. Un plato exquisito regado con buena sidra. Y los logroñeses no le han hecho ascos, al contrario: han guardado su correspondiente cola y por tres euros, han degustado esta exquisita receta.
El centro Cántabro ha preparado 450 raciones y esperaban no quedarse cortos. El año pasado vendieron hasta 350 y el éxito fue tal, que decidieron repetir receta.
Pero el marmite no es la única degustación que han ofrecido. El pasado martes prepararon otra cuyos beneficios fueron destinados a la Asocación Pro-personas con Deficiencia Psíquica (ARPS).
Pero Cantabria tiene más espacios en La Rioja. En la Glorieta del Doctor Zubía, ocupan una de las casetas. Allí preparan platos típicos cántabros además de servir queso, anchoas, orujo o cocido montañés. El pasado lunes fue el día de Cantabria en la Glorieta y actuó un Coro y un Grupo Folcklórico ataviado con los trajes típicos.