El dedo acusador del actual equipo de Gobierno municipal de Logroño ha señalado en reiteradas ocasiones a sus antencesores socialistas.
En cuanto saltó la noticia de que el Gobierno acometería las obras de reforma de la Gran Vía, por los continuos desperfectos en la calzada, los concejales populares culparon directamente al PSOE por haber dejado de la mano de Dios, deliberadamente y con alevosía, a los adoquines de la calzada de la arteria principal de la ciudad.
Si hay que levantar y asfaltar de nuevo, es, a jucio del actual gobierno, por culpa de la dejadez socialista, pero no han mencionado que quienes aprobaron y gestionaron el proyecto de las obras en su inicio y su final, allá por 2007 año electoral, fue el gobierno liderado por el entonces alcalde popular, Julio Revuelta, y cuya concejala era la actual alcaldesa Cuca Gamarra.
Han tardado en reaccionar, pero los socialistas de Logroño se defienden culpando precisamente a Gamarra. Aseguran que debe 1.771.000 euros a la ciudad por “su mala gestión” y que “si estuviese vigente la Ley de Transparencia habría que inhabilitarla”.
Para el concejal Domingo Dorado, este dinero procede del gasto en la obra inicial que ahora hay que destruir (650.000 euros), del coste del mantenimiento y reformas (600.000 euros), del informe encargado cuando ya existía otro anterior (21.000 euros) y de la segunda reforma de asfaltado prevista para este verano (500.000 euros).
Dorado cree que Gamarra es “culpable” de la gestión de la obra, porque ha intervenido en el inicio y en el final del proyecto, en lo que considera “un desastre de arriba a abajo”.
Así, el concejal ha afirmado que la adjudicación de la obra, cuando el Partido Popular ocupaba la Alcaldía, fue “una adjudicación directa al marido de un alto cargo del Ayuntamiento”.“Fue un mal proyecto”
, ha asegurado, porque el suelo no está preparado para el tráfico que posteriormente se autorizó y porque, “por una cuestión electoral”, se permitió la circulación cuando el cemento de las losas no había fraguado, ha detallado el concejal.
Dorado se ha defendido de las críticas populares de no haber mantenido la calle durante su mandato y ha asegurado que el anterior equipo de gobierno PSOE-PR empleó 100.000 euros al año en esta labor, “un tercio de lo que el Ayuntamiento tenía para mantenimiento de toda la ciudad”.
En total, el Consistorio gastó durante 2009 y 2010 más de 600.000 euros en mantenimiento y reformas en esta calle, según Dorado, “derivados de fallos y carencias en su diseño”.
También se encargaron dos informes para analizar las causas del mal estado de la calle y sus posibles soluciones mientras que ahora se ha solicitado un nuevo informe por 21.000 euros, ha denunciado Dorado.
“Si hubiese problemas de mantenimiento, ¿Por qué en las calles Pérez Galdós, Bretón de los Herreros o Avenida La Paz no se ha gastado nada?”, se ha preguntado.
Además, la recepción de la obra fue realizada “sin reparos” por Cuca Gamarra ya como alcaldesa, ha añadido el concejal, que atribuye la reforma anunciada a la llegada de la Vuelta Ciclista en agosto.
“Les ha dado vergüenza que en vez de una carrera de bicicletas, parezca una carrera de caballitos”, en palabras de Dorado.
El concejal también ha advertido de los posibles ruidos que pueden surgir al cubrir la vía con una capa superior granulada y ha lamentado que, de hacerse así, el Ayuntamiento “volverá a meter la pata”.
También ha recordado que no puede reducirse la velocidad porque ya está limitada a 30 kilómetros por hora, aunque “es imposible” respetarla por que “no hay vías alternativas”.