Hay determinadas razas de perros, como el pitbull o el rottweiler, que están consideradas potencialmente peligrosas, lo que conlleva ciertas exigencias para sus dueños como llevarlos con correa y bozal. ¿Son estos requisitos justos? ¿Son estos perros realmente peligrosos? Eduardo Justa, presidente de la Asociación de Propietarios de Perros de La Rioja, defiende que debería valorarse a cada can de forma individual y asegura que “suponer que, en Logroño, un pitbull ocasiona más ataques que un perro pequeño es un error”.
Justa apela a la responsabilidad de los propietarios. “Es necesario que los dueños sean más responsables. Hay personas con perros muy grandes que no pueden controlar y otras que no se han leído la normativa. Además, existe la moda de tener este tipo de razas, pero la gente no debería guiarse por las modas para comprar un animal”, lamenta.
Y es que Justa defiende que, en Logroño, no son raros los ataques de perros no catalogados como peligrosos y recuerda que cuando, un perro, sea de la raza que sea, muerde a una persona o a otro animal, la Policía debe valorar a ese animal y, si no ha existido una causa justificable para el ataque, el can puede ser considerado perro potencialmente peligroso, aunque no lo fuera inicialmente.
Por ello, considera que debería valorarse el comportamiento de cada animal. Según algunos expertos, “el comportamiento animal se basa en el genotipo y no en la raza, con lo que hay rottweilers que tienen comportamiento agresivo y otros no”.
Así lo hace la Federación Española de Deportes de Invierno, que en el reglamento de la Copa de España de canicross dice que no se admite la participación de perros manifiestamente peligrosos, referido esto a ejemplares concretos y no a razas.“Sólo tienen que llevar bozal los perros que tienen un comportamiento agresivo, aunque no estén catalogados como peligrosos”.
¿Quién determina qué perros son considerados potencialmente peligrosos? Existe una Ley de carácter nacional que establece esto, aunque es, para Justa, una ley arbitraria. “No tiene sentido catalogar a un Akita Inu como perro peligroso y no a un husky siberiano, cuando son similares”.
Sin embargo,esta Ley delega competencias en Ayuntamientos y estos, en sus ordenanzas municipales, incluyen más razas de las catalogadas en dicha Ley. Se da así la circunstancia de que una raza como el doberman es considerada potencialmente peligrosa en Logroño, pero no en Lardero, con lo que en un municipio necesita bozal y en otro no.
Esta disparidad va a ser corregida en la nueva Ordenanza Reguladora de Tenencia de Animales de Compañía que el Ayuntamiento de Logroño está preparando y que descatalogará al doberman como perro potencialmente peligroso. “La Ley no se puede cambiar, pero lo ideal y lógico sería no agravarla más en los municipios”, señala Justa.
REQUISITOS PARA TENER UN PERRO POTENCIALMENTE PELIGROSO
Lo cierto los dueños de perros de este tipo tienen que hacer frente a numerosos requisitos. Deben ser mayores de edad, aportar un certificado de no haber sido condenado por determinados delitos, presentar otro certificado de aptitud física y psicológica, tener un seguro y un chip, inscribir al animal en el Registro y tener licencia municipal.
Además, el perro debe ir en lugares públicos con bozal y correa no extensible de menos de dos metros, lo que ha provocado las quejas de algunos propietarios. No los pueden soltar nunca y, aunque haya calor, tienen que llevarlo con bozal, lo que impide su sudoración. Por ello, reclaman reservar un espacio para este tipo de perros en las zonas de esparcimiento canino.
Otra de las críticas a la actual normativa es que las licencias son unipersonales, con lo que si una persona tiene varios perros en una casa necesita una licencia para cada uno de ellos y además sólo una persona puede solicitar la licencia de un perro. Esto significa que si quiere pasear al can otro miembro de la familia, no puede hacerlo, porque no ha pasado el test de aptitud psicológica.
Además, Justa también cree que la normativa debería incluir la prohibición de cortar las orejas a este tipo de perros, hasta ahora permitido. “Es una práctica habitual, la gente lo hace porque le da más aspecto de ferocidad, pero le impide comunicarse. Para un perro el movimiento de orejas y rabo es muy importante”, añade el presidente de la asociación, quien confía en que la nueva ordenanza incluya sus reivindicaciones.