En un estudio realizado por la empresa tecnológica Intel sobre la percepción de las personas ante la llegada de los coches autónomos, los resultados fueron -para muchos-, cuanto menos sorprendentes. Y es que no los consideramos como una alternativa segura de cara al futuro.
Las conclusiones de este estudio son más significativas, ya que fueron realizadas por el propio Director de Ingenieros del Servicio del Sistema en el Autonomus Driving Group del propio Intel, Jack West. Y es que Intel invirtió 15 millones de dólares en la compra de MovilEye (industria especialista en tecnología para coches inteligentes).
En una muestra de la apuesta que Intel está realizando por el desarrollo de coches autónomos, la desconfianza de las personas hacia esta tecnología puede ser un obstáculo en el desarrollo de estos avances tecnológicos.
¿Por qué existe el miedo a los vehículos autónomos?
El estudio de Intel reveló los factores por los que las personas consideran que los coches autónomos no son seguros y, entre ellas, destacan principalmente el miedo al nivel de control que tendría la máquina sobre el vehículo, así los accidentes que estos pueden ocasionar (y que ya han llegado a ocasionar).
No obstante, otras de las principales inquietudes de los usuarios sobre los coches autónomos son:
¿Obedecerán las leyes de tránsito?
Para nadie es un secreto que no todos los conductores obedecen las leyes de tráfico, y que esto muchas veces puede ocasionar accidentes, pero también puede evitarlos.
La duda reside en la capacidad que tendrían los coches autónomos por realizar algún tipo de maniobra no permitida, si ello implica un beneficio para la seguridad vial.
Razonamiento humano vs Inteligencia artificial
El hecho de que muchos conductores no realicen una conducción correcta puede obligarnos a estar alerta en ciertas situaciones para evitar accidentes o contratiempos que pudieran afectarnos directamente. ¿Un coche autónomo podría tener la misma intuición que un conductor humano?
¿Obedecería órdenes humanas repentinamente?
Todos los encuestados en el estudio de Intel tienen en común el miedo a cederle el control absoluto del volante a un robot, siendo una de sus inquietudes principales. Si el coche inteligente podrá reaccionar de inmediato a sus órdenes, en especial cuando se quiere evitar accidentes.
No tiene volante
La idea principal de un coche autónomo es un vehículo que pueda trasladar a las personas de un lugar a otro sin que estas tengan que conducir y puedan enfocarse en realizar otras actividades mientras son trasladados a su destino. Por ende, en algunos diseños manejado hasta el momento los coches autónomos no tienen volante.
La imagen de un vehículo sin volante causó mucha desconfianza y temor en los usuarios, pues esto demuestra que en ningún momento se tendrá control del vehículo, aún cuando su sistema pudiera presentar fallas.
Si las personas quisiéramos actuar para evitar un posible accidente de tráfico que no ha sido detectado por el coche robot, ¿cómo lo haríamos sin volante?
¿Quién responde a los accidentes causados por coche autónomos?
Como todas las nuevas tecnologías, es muy probable que su sistema al principio presente algunos fallos. Sin embargo, en el caso de los coches inteligentes pueden ocasionar accidentes de tráfico y, en el peor de los caso, poner en riesgo la vida de muchas personas. Ante tal situación, ¿quién indemnizaría a las víctimas de los accidentes? ¿Quién respondería ante los daños causados a bienes públicos o privados?
En el caso de que un coche autónomo fuera el origen de un accidente, es probable que la empresa que lo fabricó sea la responsable de dicho acto. Aún así habría otro problema: ¿cuánto tardan en pagar una indemnización por accidente de tráfico?
Todas estas preguntas es necesario hacérselas antes de considerar como seguro a los vehículos inteligentes.
No solo hay que considerar las pruebas de coches autónomos realizadas en situaciones preparadas: en carreteras perfectas, sin condiciones atmosféricas adversas, sin otros vehículos o peatones que interactúen... Los tests también deberían realizarse en situaciones reales.
Son muchas las barreras que los coches inteligentes deben superar para que las personas pierdan su miedo a los coches autónomos, por considerarlos inseguros. Sin embargo, lo que sí es ciertos es que aún hay mucho por trabajar antes de que los coches inteligentes desplacen a los conductores humanos.