Afganistán sigue viviendo un período de inestabilidad que le hace convertirse en el escenario de muertes, violencia y amenazas. El 29 de diciembre de 2009, dos periodistas franceses eran secuestrados en el país por los talibanes. Ahora se sabe que ambos están vivos y en buen estado de salud, según confirmó este domingo el secretario general del Elíseo, Claude Gueant.
Las autoridades francesas recibieron hace unos diez días “pruebas de vida” de Herve Ghesquiere y Stephane Taponier, reporteros de la cadena France 3 y secuestrados en la provincia afgana de Kapisa, al noreste de la capital, junto a su conductor y su traductor.
El pasado mes de abril, los talibanes afganos pidieron la liberación de varios prisioneros a cambio de soltar a los rehenes y difundieron un vídeo en el que los dos franceses anunciaban que sus captores les matarían si no se cumplían sus reivindicaciones.
Las negociaciones permanecían temporalmente interrumpidas por el mes sagrado musulmán del Ramadán , según Gueant, quien avanzó que “en unos días” se reemprenderán estos contactos. “Lo que nos importa es que vuelvan a casa”, explicó, en declaraciones a la emisora Europe 1.
Las familias de Ghesquière y Taponier serán recibidas en El Elíseo el próximo 15 de septiembre para informarles de la evolución de esas negociaciones.
Por otro lado, los talibanes han amenazado con atentar contra las elecciones parlamentarias que se celebrarán este mes porque representan un “proceso extranjero” para prolongar la “ocupación de Afganistán”, motivo por el cual llaman a los ciudadanos a “boicotear” los comicios.
El portavoz talibán, Zabihulá Mujahid, anticipó que los islamistas utilizarían “lo mejor de sus habilidades para bloquear” las elecciones del 18 de septiembre, vistas como una prueba a la estabilidad afgana. “Nuestros primeros objetivos serán las fuerzas extranjeras, y luego las afganas”, agregó, en declaraciones a Reuters.
La Comisión Electoral Independiente (IEC) ya ha anunciado que 938 de los 6.835 colegios electorales previstos no abrirán al no darse las adecuadas condiciones de seguridad.
Por su parte, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) se declaró en un comunicado “consciente de los esfuerzos de la IEC y de las fuerzas de seguridad afganas para establecer los máximos centros de votación seguros y asegurar que los electorales pueden votar”.
“Aunque es una decisión difícil no abrir los colegios electorales de determinadas localizaciones, estamos de acuerdo con la decisión de la IEC de proteger la seguridad de los votantes, los trabajadores electorales y del escrutinio efectivo de estos centros y de los procedimientos de voto”, agregó.
A la preocupación por la seguridad se suma también otra por el papel que puedan jugar las autoridades, ya que la Comisión de Quejas Electorales, auspiciada por la ONU, ha vuelto a alertar este domingo de que algunos funcionarios se sirven de sus posiciones para ayudar a determinados candidatos.
La Comisión pide al Gobierno afgano “adoptar e implantar medidas para prevenir dichas actividades”, ya que éstas “afectan a la imparcialidad y la integridad de las elecciones”.
Más muertes
Los atentados contra las fuerzas internacionales siguen sucediéndose en Afganistán. Un soldado británico de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) ha fallecido por el impacto de un proyectil de lanzagranadas en el distrito de Nad Ali, en la provincia de Helmand (sur), según ha informado el Ministerio de Defensa británico en un comunicado.
La ISAF ha informado de la muerte de otros dos militares de la coalición internacional en el sur del país, uno de ellos muerto “en un ataque insurgente” y otro por la explosión de una bomba de fabricación casera. El segundo incidente se produjo este sábado.
Por otro lado, efectivos del Ejército afgano han matado a un comandante insurgente y detenido a cinco milicianos en una operación desarrollada el sábado en el distrito de Sangin, en Helmand, según datos del Ministerio de Defensa afgano. Mientras, cinco rebeldes más murieron el sábado en un ataque militar en el distrito de Arghandab, en Kandahar (sur), ha informado también el Ministerio de Defensa afgano.
Por último, cuatro civiles afganos resultaron heridos por la explosión de un camión cisterna de combustible en la capital de la provincia de Nangarhar, Jalalabad, informó la ISAF. La investigación preliminar apunta a un artefacto explosivo adosado al camión.