El plazo finalizaba hoy a mediodía. La comisión mixta y la federación habían propuesto una solución: que se les ingresase a los jugadores en cuenta la cantidad que les debían para no descender a 3ª división.
Sólo quedan cinco jugadores y los ánimos están por los suelos. “No aguanto más esta agonía” era la frase que nos decía Raúl García, “que pase lo que tenga que pasar ya”.
Y es que sólo quedan veinte días para que de comienzo la liga y aún no saben nada. La desesperación es la reina de estos chicos que quieren que la afición deje de sufrir.
La vía judicial es lo último que les queda por intentar, aunque no están muy convencidos de ello. Los procesos de denuncias y recursos son muy lentos y no están dispuestos a alargar por alargar.
Hay un cierto miedo a meterse en temas judiciales.
Además, si el club finalmente consigue permanecer en la categoría de 2ª división B, sería un precedente que les da pánico. Pánico a continuar sin cobrar y a que otros equipos pudieran encontrarse pronto en la misma situación en la que están ellos actualmente.
El descenso es inviable para el C.D.L porque si no pagan a los entrenadores el club queda inhabilitado para hacer fichas nuevas a jugadores que podrían llegar de otros equipos. Y el mínimo de futbolistas que deben tener para jugar en tercera división es 7.
La situación es muy crítica. Jugadores y afición se muestran muy preocupados por lo que está sucediendo en torno al logroñés. Raúl García comentaba “El otro día vimos a unos niños llorando por todo ésto, y en esos momentos es cuando piensas y se te cae el alma a los pies”.