Los tomatitos, para ti

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Los hombres y las mujeres son diferentes también a la hora de comer, según la investigación científica presentada en la Conferencia 2008 Internacional sobre Enfermedades Infecciosas Emergentes' se celebra Atlanta (Georgia). En general, los hombres afirman que prefieren la carne y los alimentos de caza a la hora de comer, mientras que las mujeres prefieren comer frutas y verduras.

Estos datos se desprenden de una encuesta realizada a 14.000 personas de mayo de 2006 a abril de 2007, por la Red de Vigilancia Activa de Intoxicación Alimentaria (FoodNet), en la que se revisó sus comidas habituales, incluyendo los alimentos de riesgo para estar infectados.

El estudio demuestra que los hombres sobre todo comieron durante el periodo de estudio carne y productos de caza sobre todo ternera, y jamón; además de marisco como el camarón y las ostras. Mientras que las mujeres comieron verduras, sobre todo zanahorias y tomates; frutas, principalmente fresas, arándanos, frambuesas y manzanas; y frutos secos, como almendras y nueces.

Al mismo tiempo, la investigación señala que las mujeres consumieron más huevos y yogur que los hombres, aunque ellos las superaron a la hora de comer espárragos y coles de bruselas.

Por otra parte, los investigadores observaron cuál era su conducta ante seis productos alimentarios con riesgo de producir alguna infección. Así, tuvieron que elegir entre hamburguesa poco cocida, huevos crudos o poco cocidos, ostras crudas, leche sin pasteurizar, queso hecho de leche también sin pasteurizar y brotes de alfalfa. Los hombres con mayor probabilidad comerían hamburguesa poco cocida y huevos crudos, mientras las mujeres que las mujeres prefieren los brotes de alfalfa.

Durante su presentación, uno de investigadores del estudio, Beletshachew Shiferaw, destacó que se trata de uno de los estudio más “extensos” sobre las diferencian alimenticias entre sexos. “Había tal variedad de datos, pensamos sería interesante ver si había diferencias sexuales”, indicó.

Según los expertos que realizaron este estudio, los resultados pueden ser importantes para los inspectores de Sanidad ya que al entender las diferencias alimentarias entre hombres y mujeres, puede ayudar a crear nuevas estrategias saludables.