La vuelta de los contagios por coronavirus a las residencias riojanas ha provocado que el Gobierno adopte un serie de medidas como exigir test de antígenos para los que van a entrar en los centros a visitar a un familiar. Unas medidas que no convencen a los familiares, ya que este test supone un gasto extra y además no se exige a los que sacan al residente fuera del recinto.
“Los familiares no entienden muy bien esa distinción entre quedarse dentro o salir y no necesitar antígenos. Si se quedan en el jardín, necesitan un test y si salen de la residencia, no hace falta nada”, explica Susana Ruiz, presidenta de Lares La Rioja, que cuenta con 12 residencias en nuestra comunidad.
La consecuencia directa de estas medidas, explica Ruiz, es que la gente opte por llevarse a los residentes fuera, con el riesgo que eso conlleva. “Los centros son seguros, pero no podemos controlar lo que pasa fuera. Estamos dejando esa responsabilidad en manos de las familias y, en el momento en el que haya una que no cumpla, estará poniendo en peligro al resto”.
Además, si los familiares sacan al residente, pueden hacerlo todos los días, mientras que si van a visitarlo dentro sólo está permitido dos veces a la semana, con lo que “se incentivan las salidas al exterior”.
A esto se suma el hecho de que, si no pueden llevarse al residente, tienen que realizarse obligatoriamente un test de antígenos que deben abonar las familias. “Se les obliga a hacer una inversión que puede suponer un gasto adicional, además de la dificultad de tener que hacerse la prueba para las personas mayores”.
Ante esta situación, y entendiendo la importancia de evitar la propagación del virus, Ruiz cree más razonable haber permitido las visitas en las instalaciones, pero en espacios exteriores, “donde no se quitan la mascarilla y están vigilados por el personal. Cuando salen, perdemos esa trazabilidad”. Los familiares, asegura, estarían dispuestos a no poder sacar a los residentes durante dos o tres semanas por seguridad.
Desde las residencias se ha transmitido esta preocupación al Gobierno de La Rioja, que insiste en la imposibilidad de restringir derechos fundamentales, pero Ruiz insiste: “tenemos que pensar más en la salud de las personas mayores, no queremos volver a vivir lo que hemos vivido”.