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Manu Brabo, en Madrid

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El fotógrafo asturiano Manu Brabo, detenido durante un mes y medio en Libia por la policía de Muamar el Gadafi, ha aterrizado a mediodía en el aeropuerto de Barajas en un vuelo regular de la compañía Tunisair, procedente de Túnez.

A su llegada ha asegurado que no se arrepiente de haber viajado a aquel país y ha dicho que cuando le arrestaron “estaba viviendo el sueño de vida” y haciendo su trabajo “todo lo bien” que ha sabido. Ha manifestado que “no tiene ni idea” de si volverá a Libia, aunque ha reconocido que le da envidia ver el trabajo que están realizando sus compañeros en Misrata. En el aeropuerto de Barajas, el fotoperiodista asturiano ha narrado los pormenores de su detención ante más de un centenar de periodistas, en presencia de sus padres y de un grupo de amigos, y ha agradecido las gestiones realizadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y “por todos”.

Brabo llegó anoche a la capital tunecina tras un viaje en automóvil de cerca de ocho horas desde el puesto fronterizo de Ras el Jedir, por donde salió de Libia algo antes del mediodía. El fotógrafo pasó la noche en la residencia del embajador y tras haber descansado, esta mañana se levantó “con mejor aspecto y muy animado por la perspectiva de regresar a España”, según explicó el cónsul español en Túnez, Enrique Conde.

Brabo viaja sin equipaje y sin su equipo fotográfico, que le fue confiscado por las autoridades libias, indicaron a Efe fuentes diplomáticas. El fotoperiodista fue puesto en libertad el pasado miércoles junto con otros tres periodistas extranjeros después de ser condenados a un año de prisión, eludible por no tener antecedentes, y a una multa económica de unos 100 euros.

El asturiano, al igual que sus compañeros, fue detenido a comienzos de abril en la carretera entre Brega y Ajdabiya, en la zona oriental de Libia, país al que llegó a mediados de marzo para cubrir el frente de combate como colaborador de la European Pressphoto Agency (EPA).