Los ecuatorianos están convocados hoy a participar en unas elecciones históricas, con las que el presidente Rafael Correa pretende lograr su reelección para quedarse en el poder hasta el año 2013 y poder profundizar la revolución socialista que comenzó en enero de 2007 cuando llegó al poder por primera vez.
Al parecer, Correa logrará su objetivo y se convertirá en el primer mandatario de ese país en superar una serie de conflictos políticos y económicos, sin perder su popularidad. Por lo menos así lo vaticinan la mayoría de las encuestas que dan una victoria por encima del 50 por ciento de los votos.
Sólo un giro inesperado podría hacer que los resultados del domingo hagan que ninguno de los candidatos obtenga la mayoría absoluta y tenga que convocarse a una segunda vuelta en los próximos 45 días. Para evitarlo, el ganador tendrá que conseguir una diferencia de 10 por ciento sobre el segundo más votado.
De hecho, no ha habido un día en el que Correa no esté cada vez más convencido de su triunfo. Durante el cierre de campaña, el pasado jueves, dijo que estos comicios serán el “funeral de la partidocracia” y ha dejado claro que el país decidirá el domingo cuál será su futuro: si una alternativa socialista entregada a la ciudadanía, o el sistema político tradicional que llevó a Ecuador a la ruina.
Este será el quinto proceso electoral que se celebra en ese país desde que Correa asumió la presidencia. Los otros comicios han estado relacionados con la redacción y aprobación de la nueva Constitución que entró en vigor el año pasado y que ahora obliga a someter a unas elecciones todos los cargos que deberán ajustarse entonces a la nueva normativa.
Para el actual mandatario este proceso es decisivo. Su campaña ha estado basada en prometer a los ciudadanos reforzar los programas sociales que implementó desde que asumió el poder y que le han permitido evitar un desgaste político y mantener siempre una alta popularidad, pese a los escándalos que surgieron en los últimos meses por la presunta implicación de uno de sus funcionarios con la guerrilla colombiana, entre otros.
CARGOS A ELEGIR
Los sondeos dan a Correa, del Movimiento Patria Altiva y Soberana (Alianza PAIS), una diferencia de hasta 30 puntos por encima del ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-2005), del Partido Sociedad Patriótica, quien se presenta nuevamente las elecciones tras recuperar los derechos políticos perdidos en 2006 cuando fue detenido por atentar contra la seguridad del Estado mientras estuvo exiliado.
A la contienda se suma el magnate bananero Álvaro Noboa, por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), quien por cuarta ocasión consecutiva intentará alcanzar la silla presidencial de Ecuador. En 2006 se enfrentó a Correa logrando ganar la primera vuelta con una amplia mayoría, pero fue desbancado por el líder socialista 45 días después.
Para el cargo de presidente también se postulan el político de izquierda Diego Delgado, la socialista Martha Bucaram, el socialdemócrata Carlos González, además de los independientes Carlos Sagñay y Melba Jácome. Ninguno de ellos obtendría los votos suficientes para ir a una segunda vuelta.
A las urnas están convocados 10,5 millones de ciudadanos, entre ellos, extranjeros, militares, policías, jóvenes entre 16 y 18 años y presos sin condena que por primera vez en la historia de este país podrán participar en unos comicios generales. Se han dispuesto más de 44.000 mesas en todo el territorio que días antes de los comicios fueron progresivamente instaladas.
Además del presidente y del vicepresidente, los ecuatorianos elegirán a 124 legisladores de la Asamblea Nacional: 15 representantes nacionales, 103 provinciales y 6 delegados que serán votados por los ecuatorianos residentes en el exterior, que por primera vez podrán votar en unos comicios.
Estas elecciones han sido calificadas como históricas porque por primera vez se elegirán unos 2.000 cargos. En las provincias se votará por 46 prefectos y viceprefectos, 221 alcaldes, 1.039 concejales urbanos y 542 rurales.