¿Paso atrás? Siempre que se suma parece que no. Sin embargo, el devenir de la Unión Deportiva Logroñés esta campaña determina que cuando debe dar un golpe encima de la mesa, por unas circunstancias o por otras, no termina de dar ese empujón definitivo. Algo parecido aconteció en Las Gaunas en la visita del Barakaldo, un cuadro en buena dinámica (ahora 10 de los últimos 18 puntos y sin perder), pero a distancia de los mejores. Es claro que la clasificación, a un partido, no sirve para nada porque el conjunto fabril fue mejor que los logroñeses en la segunda mitad. Empató con polémica -tanto que concede el asistente al considerar que el balón traspasa la línea de gol cuando Miguel mete la mano- y se pudo llevar el triunfo de no mediar la cara del capitán blanquirrojo a un trallazo de Ánder Vitoria.
Las sensaciones no pueden ser buenas. Es imposible. Vas ganando -gol de penalti de Muneta-, puedes 'matar' el partido con un par de ocasiones, Salvador al poste y Espina tras una mala cesión al portero rival, y acabas cediendo dos puntos... y contento. El bagaje ofensivo de los locales se reduce a la nada en la segunda parte. Cifu, en el minuto 94, lanzó a las nubes una falta, para en principio, alguien con más presencia en el equipo, caso de Ñoño o Espina. Sergio Rodríguez hablaría posteriormente de falta de intensidad con balón, sin saber el motivo. Pero lo que sí se pudo apreciar fue que el Barakaldo, tras el descanso, parecía otro. Más ambicioso, más agresivo, con más carácter, con más o menos fútbol, pero consciente de cómo podía hacer daño a un oponente que apenas encadenó cuatro pases seguidos y que estaba más pendiente de las labores defensivas que de crear y generar ocasiones.
El empate no extrañó porque se intuía que la UDL no estaba a gusto en el campo. Curioso que el cuadro riojano hubiera ensayado toda la semana contra un rival jugando con cuatro defensas y que justo cuando Aitor Larrazabal lo pone en el terreno de juego es cuando más sufre. Es de esperar que no hubiera suficiencia o exceso de confianza, pero en las disputas individuales el Barakaldo fue ganando terreno. Faltas laterales, saques de esquina, empujar, creer en lo que se hace, carácter y ganas. Suficiente para que Buenacasa empatara tras un saque de esquina. Olaurtoa se anticipó a su par en el primer palo y el jugador que salió en el descanso remataba a placer en el segundo palo. Miguel metía la mano, pero el asistente no dudó: la pelota había traspasado la línea de gol.
Mientras que la UDL intentaba recuperarse -Arnedo se preparaba para entrar a escena y finalmente el que disputó los últimos minutos fue Ñoño-, balón largo a Ánder Vitoria que le gana la posición a Ramiro y tiro a bocajarro que salva, milagrosamente con la cara, Miguel. Con el susto en el cuerpo y sin que las sustituciones de los locales viraran el rumbo -previamente Cifu había saltado al campo por un 'cansado' Rayco-, el Barakaldo creyó en el triunfo. Cierto que no gozaría de más oportunidades, pero es que la UDL estaba como bloqueada, incapacitada de conectar con Marcos André, y sin que César Remón y Salvador fueran los líderes en la medular.
SIN RITMO DE JUEGO
En un segundo plano quedaría la puesta en escena de la UDL, con un once reconocible,que intentaba imprimir ritmo y velocidad al juego, pero que se tuvo que conformar con lanzar balones a la espalda de una zaga visitante frágil con la pelota en los pies y que sufría cuando tenía que correr hacia atrás. Era la única manera de encontrar algo de luz en la espesura porque el Barakaldo, disciplinado para evitar pases interiores, estaba enfriando el partido con posesión estéril en su campo y con un ritmo pausado.
Sólo Salvador, con un tiro desde la frontal, varió el curso. Los de Aitor Larrazabal lo intentaron pero un disparo de Galán taponado por Miguel Santos y que se marchó a córner fue lo más peligroso. La sensación era que los locales no estaban del todo cómodos, dejaban hacer a su oponente para robar y salir a la contra. Y antes de la media hora de juego, esta idea tuvo su efecto positivo. Robo de César Remón, gran pase de Espina con el exterior y fenomenal carrera de Rayco que se presentó en el área, donde fue trabado por Rubén. La jugada continuó, pero el árbitro pitó el penalti, dejando sin validez el posterior tanto de Marcos André. Dio igual porque Muneta, con aplomo, batía a Txusta.
Sin grandes variaciones, el Barakaldo estaba como obligado, pero no tuvo los recursos necesarios. Es más, Salvador, en otra contra, pudo ampliar la renta, pero su tiro se fue al poste y el posterior rechace lo marcaba Muneta, pero en posición ilegal. Los visitantes estaban tocados y Rubén hizo una pésima cesión a su portero que Espina casi convierte en el segundo de la tarde antes del descanso. 45 minutos en los que los tres centrales gualdinegros –de azul en Las Gaunas- ya habían visto amarilla.
Larrazabal actuaba en consecuencia y variaba a defensa de cuatro y con Buenacasa por el costado izquierdo de su ataque tras el ecuador. Movimiento que tuvo se efecto porque la UDL comenzó el segundo tiempo más pendiente de defender que de generar juego. De hecho, Jurgi no llegaba en el segundo palo tras un gran centro de Buenacasa e incluso Olaortua remataba alto un saque de esquina. El Barakaldo presionaba más arriba y jugaba en campo rival con regularidad.
Era evidente que los de Sergio Rodríguez debían tomar las riendas, calmar los ánimos de los visitantes comenzar a triangular y mantener la posesión para impedir que su oponente siguiera creyendo en el empate. No lo pudo conseguir. Sergio García, después de su paso sin pena ni gloria del curso pasado, entraba en el partido para ser el lanzador de los barakaldeses en la estrategia. Y a punto estuvo de dejar Las Gaunas en silencio con la falta se ‘cascó’ y que puso en la madera.
Se veía venir y llegó. Saque de esquina, peinada en el primer palo de Olaortua y remate de cabeza en el segundo de Buenacasa libre de marca. Miguel metió la mano, pero el cuero ya había superado la línea de gol. Luego, Ánder Vitoria pudo hacer un estropicio mayor. Al menos, se quedó en tablas. Un punto, seis jornadas sin perder (12 de 18 puntos) y la cuarta posición vuelve a estar a 4 puntos. Otra vez, como sucediera frente al Leioa, tras el 2-0, o contra el Arenas, después del 1-0, no se certifica el triunfo en casa. Ahora, en Urritxe frente a un lanzado Amorebieta -13 jornadas sin perder-, la obligación es máxima.
FICHA TÉCNICA
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Caneda, Ramiro, Paredes; Muneta (Ñoño, min. 81), César Remón, Salvador, Rayco (Cifu, min. 71); Espina y Marcos André.
Barakaldo: Txusta; Son, Olaortua, Picón (Buenacasa, min. 46), Rubén, Galán; Cuerva (Sergio García, min. 67), Baba, Cerrajería; Jurgi (Alain, min. 85) y Ánder Vitoria.
Goles: 1-0, min. 27: Muneta, de penalti. 1-1, min. 77: Buenacasa.
Árbitro: Alejandro Sánchez Alba (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Muneta (min. 45), César Remón (min. 67) y Miguel Santos (min. 94) y a los visitantes Olaortua (min. 16), Rubén (min. 26), Picón (min. 43), Boian (min. 76 estando en el banquillo), Jurgi (min. 85), Baba (min. 88), Cerrajería (min. 91) y Sergio García (min. 93).
Incidencias: 2.903 espectadores en La Gaunas, según informó el club organizador.