Tradicionalmente los inmigrantes procedentes de África solían elegir Europa como destino. Sin embargo los nuevos objetivos declarados de reducir la inmigración en países como España, Italia o Francia, han hecho más atractivos otros destinos como EE.UU.
La elección de un destino tan lejano, sin embargo, no solo complica el viaje de estas personas, sino que puede llegar a encarecerlo hasta alcanzar un coste de unos 20.000 dólares.
Este viaje obliga a realizar una larga y complicada ruta hacia el sur de África pasando por Sudáfrica, para después cruzar el Atlántico en barco o avión y recorrer por tierra parte del sur y el centro de América.
Sin embargo, cada vez son más los que deciden llevarlo a cabo a pesar de las dificultades. Estos inmigrantes huyen de Somalia, país asolado por la violencia desde hace casi dos décadas, del servicio militar obligatorio en Eritrea o de las protestas en Etiopía después de que la violencia post electoral causara la muerte de casi 200 personas en el 2005.