El tenista español Rafa Nadal se ha clasificado por tercer año consecutivo para la final del Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, al doblegar al suizo Roger Federer y disputará su cuarta final en la capital española, donde ha conquistado los títulos en 2005 (pista dura) y 2010.
El número uno del mundo necesitó remontar ante el de Basilea, pero terminó imponiéndose por 5-7, 6-1 y 6-3 en un partido que superó las dos hora y media y se disputó con el techo cerrado por la amenaza de tormenta ya que si el partido comienza con la Caja Mágica cerrada, termina del mismo modo.
El manacorí, que por primera vez en su carrera jugó con un crespón negro en memoria de Severiano Ballesteros, sigue sin encontrar su mejor estado de forma, pero tiene ante sí la oportunidad de conquistar mañana su tercer entorchado del curso, después de las victorias en Montecarlo y el Conde de Godó.
Nadal comenzó mandando, con un 'break' en el primer juego que le puso el partido de cara. Pero su planteamiento, demasiado estático y sólo confiando en atacar el revés de Federer le terminó pasando factura. Así, en el cuarto juego tuvo que salvar tres puntos de 'break' y ese aviso no le hizo reaccionar.
El suizo cada vez estaba más cómodo, sin hacer grandes esfuerzos físicos, y aprovechando los errores del manacorí, que pagó su escasa ofensiva encajando una rotura en el octavo juego que devolvió las tablas eal marcador (4-4). Ahí reaccionó tímidamente y tuvo tres nuevas bolas de 'break' para ponerse por delante en el undécimo juego, pero el acierto de Federer y la red aliada por dos veces en su contra, le impidieron convertirlas.
Nada le estaba saliendo al español, que busca su vigésimo Masters y hace unos días cumplió su victoria 500 en el circuito, y no era capaz de cambiar de estrategia lo que le costó la primera manga ya que el helvético aprovechó su primera bola de set al resto para cerrar el parcial.
NADAL SE REINVENTADe todos modos, el descanso dio aires renovados al mallorquín, que saltó como un ciclón y apostando por un juego más ágil se adjudicó
los cuatro primeros juegos, ofreciendo grandes sensaciones tanto al resto como con el 'drive', su oponente, en cambio, multiplicó los errores no forzados --16 en el set-- y ya no era el mismo ni siquiera con su certero saque.
El tercer set comenzó con una calma tensa. Federer ligeramente más errático y Nadal más entonado esperando su oportunidad. Y su momento llegó en el cuarto juego, una bola dudosa --la segunda que protestó el suizo tras el 1-0 del segundo set-- permitió al balear aprovechar su primera bola de 'break' en el cuarto juego.
Con el público totalmente volcado en alentarle, Nadal sólo necesitó dejarse llevar por la inercia. Federer nunca se rindió y gozó de una bola de 'break' para alargar el partido en el noveno juego, pero al mallorquín no le tembló el pulso y cerró el partido.