Aviones militares paquistaníes bombardearon este miércoles posiciones de los taliban en su bastión de Waziristán del Sur, matando al menos a diez milicianos, mientras el Ejército ha enviado más soldados y tanques a esta región de cara a la esperada ofensiva en este territorio fronterizo con Afganistán.
Según el Gobierno paquistaní, la mayoría de los atentados que se llevan a cabo en el país, incluidos los cuatro que desde el 5 de octubre se han cobrado la vida de un centenar de personas, se organizan en Waziristán del Sur.
“Fue un intenso bombardeo y se alcanzaron escondites”, explicó Mohamad Jalid Jan, responsable gubernamental en la capital regional, Wana, en declaraciones a Reuters, si bien no dio datos de posibles víctimas. Fuentes de Inteligencia cifraron en al menos diez los milicianos muertos.
Los habitantes de la zona indicaron que el Ejército está enviando más soldados a las montañas en torno a Makeen, uno de los principales bastiones de los milicianos islamistas vinculados a Al Qaeda. “Hemos visto muchos tanques aquí desde ayer, algunos fueron hacia su campamento mientras que otros se desplegaron en las montañas”, señaló un residente de la localidad de Shankai.
El Gobierno paquistaní ordenó el pasado mes de junio al Ejército que lance una ofensiva en Waziristán del Sur. Desde entonces, el Ejército ha estado llevando a cabo ataques aéreos y de artillería para reducir las defensas de los milicianos. Así las cosas, desde el Gobierno se asegura que el asalto es inminente pero será el Ejército el que decida cuándo se envían las fuerzas terrestres.
Según fuentes militares, unos 28.000 soldados están preparados para enfrentarse a unos 10.000 talibán. Pero algunos analistas creen que podrían no ser suficientes, especialmente si el Ejército quiere impedir que milicianos de otras facciones con base en Waziristán del Norte acudan en ayuda de sus compañeros.