Las calles de Teherán se han convertido en testigo del descontento de parte de la población iraní y de la dureza de la represión policial ante las manifestaciones de los opositores al régimen de Mahmud Ahmadineyad. El martes, cientos de opositores salieron de nuevo a las calles de la capital iraní en recuerdo por la veintena de fallecidos del pasado 20 de junio en otra manifestación contra los resultados de las elecciones del 12 de junio, y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad de la capital, las cuales detuvieron a decenas de personas, según testigos.
Según un testigo citado por Reuters, los manifestantes coreaban eslóganes contra el presidente Ahmadineyad, y contra el gobierno, como “Ahmadineyad dimite” y “muerte a los dictadores”. Los policías golpearon a los manifestantes, que se habían concentrado en la plaza de Haft-e Tir en desafío a la prohibición de organizar concentraciones de este tipo tras los comicios que dieron la victoria a Ahmadineyad, según el testigo.
“Los agentes antidisturbios se llevaron a decenas de manifestantes en sus coches y se fueron con ellos”, añadió la citada fuente. “Hay cientos de agentes antidisturbios y de paisano, golpeando a la gente que se congregó en apoyo [del líder opositor Mir Hosein]”, precisó el testigo.
Otro testigo aseguró que las milicias paramilitares Basij atacaron a un grupo de mujeres que se encontraban concentradas en el lugar en el que hace un mes murió la joven Neda Salehi Agha Soltan, que se ha convertido en uno de los principales símbolos de la resistencia contra la represión de las fuerzas de seguridad. Además, el servicio de telefonía móvil ha dejado de funcionar en la ciudad.
Por su parte, la familia de Neda ha anunciado que se concentrarán en la tumba de la joven el próximo día 30, 40 días después de su muerte, e indicaron que cualquier persona que quiera acercarse podrá tomar parte en la ceremonia.
Poco antes, el jefe de la policía iraní, Esmail Ahmadi Moghaddam, acusó a la oposición de “incitar a la sedición” tras los comicios y advirtió de que sus fuerzas actuarían firmemente para mantener la ley, citó la agencia de noticias oficial IRNA. Por su parte, el subjefe de la policía, Ahmad Reza Radan, aseguró que las fuerzas de seguridad se enfrentarían a las “concentraciones ilegales” tras revelar que había rumores de que hoy se estaba organizando una, según la agencia de noticias semioficial Fars.
Por otro lado, el vicepresidente iraní, Esfandiar Rahim Mashaie, ha negado que vaya ha dejar cargo. “Ciertas páginas de Internet publicaron información sobre la dimisión de Mashaie como primer vicepresidente en una acción coordinada destinada a desgastar al gobierno”, indicó en un comunicado publicado en su página Web. “Es mentira, esos rumores han sido difundidos por los enemigos [...] del gobierno”, añade el texto.