No es la primera vez que el casco antiguo de Calahorra sufre un derrumbe y esta madrugada ha vuelto a ocurrir, aunque no ha provocado daños personales. En torno a las 3 de la mañana, se ha desplomado parte de la fachada del número 5 de la calle Olivo.
El pasado noviembre ya se había derrumbado la medianera del número 7, cuando además se encontraba en la vivienda un hombre de 67 años. Este edificio fue declarado en ruinas y se demolió parcialmente.
En el caso del número 5, es un edificio desocupado y los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Calahorra ya estaban trabajado en la redacción del informe para declarar este inmueble en ruina inminente. Cuanto se han conocido los hechos se han personado en el lugar la Policía Local, Bomberos y la arquitecta municipal. La calle de Olivo permanece cortada.
Ya se han producido hechos similares en esta zona por desplazamientos del terreno. Además, son edificios muy viejos, construidos con canto rodado y mampostería y están asentados sobre una parte algo escarpada de la colina que ocupa la zona histórica de la ciudad. De hecho, anunció en septiembre la puesta en marcha un plan contra el deterioro del casco antiguo, con inspecciones en vivienda, exigiendo el mantenimiento a los propietarios, cerrando los accesos a las viviendas en ruinas y planteando una nueva ordenanza.