El presidente estadounidense, Barack Obama, levantó ayer las restricciones a la financiación gubernamental de grupos que prestan servicios de aborto y asesoramiento en el extranjero, dando marcha atrás a una de las políticas de George W. Bush, según informó la Casa Blanca.
La decisión de Obama supone una victoria para los defensores del aborto en una cuestión que se ha convertido en un toma y daca con el cambio de inquilino y partido en la Casa Blanca.
Cuando la prohibición estaba en vigor, no se podía destinar ningún fondo gubernamental para servicios de planificación familiar a clínicas o grupos que ofrecieran servicios de aborto o consejo en otros países, incluso si los fondos para esas actividades procedían de fuentes no gubernamentales.
La norma era conocida como la 'Política de Ciudad de México' porque fue dada a conocer en una conferencia de la ONU en 1984 en esta ciudad y se convirtió en la piedra angular de las políticas sociales de la Administración conservadora del ex presidente republicano Ronald Reagan.
El ex presidente Bill Clinton, demócrata, anuló la norma cuando llegó al poder en 1993, y su sucesor, el republicano George W. Bush, la reinstauró en enero de 2001.