Un aficionado italiano murió este domingo en un enfrentamiento entre seguidores del Lazio y de la Juventus tras recibir un disparo por parte de un policía que intentaba disolver la pelea, que se había formado en un área de descanso de una autopista cercana a la localidad italiana de Arezzo, de la Toscana. El hombre, que tenía antecedentes de violencia, era un joven de 26 años de edad y falleció inmediatamente como consecuencia de un disparo que recibió cuando viajaba de pasajero en un coche que se dirigía a Milán para presenciar en directo el Inter-Lazio de esta jornada, según informaciones de la agencia ANSA.
Todo comenzó cuando varios aficionados se enzarzaron en una pelea en un área de descanso de la autopista A1 a su paso por la ciudad de Arezzo, punto de paso entre Roma y Milán y entre Parma y Turín. Casualmente, aficionados del Lazio, que hoy juega en Milán ante el Inter, y la Juventus, que lo hace ante el Parma, coincidieron en el lugar y tras increparse e insultarse, dio comienzo una batalla campal, que acabó fatalmente. La policía intervino para resolver la situación y en su intento, uno de los agentes disparo al aire para asustar al tumulto y separar a ambos lados. Sin embargo, la mala suerte propició que el disparo acabara alcanzando a este aficionado, que acabó muriendo. Ahora, las investigaciones están abiertas para esclarecer lo ocurrido.
La situación ha provocado que las autoridades del fútbol italiano hayan decidido aplazar sin fecha el encuentro entre el Inter y el Lazio, así como retrasar el resto de encuentros de hoy, en los que los jugadores portarán brazaletes negros, diez minutos en señal de duelo.