El cierre de la 4ª planta del San Pedro sigue generando problemas en el Hospital San Pedro de Logroño. La semana pasada el sindicato UGT denunció públicamente el ingreso de pacientes con patologías diversas en la unidad de materindad. Situación que, lejos de mejorar, ha empeorado.
El pasado martes , este mismo sindicato calculaba que había doce enfermas encamadas en la Unidad de Maternidad, ninguna de ellas con patología obstétrica o ginecológica, y 11 pacientes, en su mayoría de medicina interna y neumología, ocupando más de la mitad de las camas del Servicio de Ginecología.
Denuncia a la que se suma también Comisiones Obreras. A través de un comunicado también aseguran que, desde ayer martes, han sido ingresadas en la planta de maternidad “planta pacientes con otras patologías -en particular casos propios del servicio de Medicina Interna- así como personas ancianas con afecciones de todo tipo”.
De hecho explican que estos ingresos han sido derivados desde el servicio de Urgencias del San Pedro “ante la imposibilidad de realizar su ingreso en el servicio que les correspondería de acuerdo a su patología”. Y todo consecuencia, dicen, “de la saturación de las unidades en las que deberían haber sido ingresados”.
Una nefasta gestión de la gerencia cuyas consecuencias las está padeciendo, en esta ocasión pacientes y trabajadores de la planta de Maternidad porque ya se han registrado “quejas de los usuarios a los profesionales santiarios”.
Pero quizá lo más grave es que la presencia de personas con otras patologías “ha exigido la realización de prácticas desaconsejadas, en concreto la realización en la planta de Maternidad de pruebas radiológicas a algunos de esos pacientes mediante el uso de los equipos portátiles de radiología”.
Tal práctica -que los profesionales del SERIS han desarrollado sin duda de conformidad con los estándares técnicos exigibles- es siempre desaconsejable en una planta en la que se encuentran recién nacidos, aseveran. Ya que cuando es imprescindible la realización de pruebas radiológicas a bebés, éstas se practican en el propio servicio de Radiología porque con el equipo portátil es menor el control de la radiación (ésta se expande y es necesaria la protección frente a la radiación dispersa).
Y todo esto ocurre lamentan desde CCOO, mientras la 4ª Planta-C del hospital de referencia de La Rioja permanece “artificialmente cerrada desde el pasado mes de marzo”. Esta formación reitera que el cierre de la 4ª Planta persigue “menoscabar el servicio sanitario público para, así, construir artificiales justificaciones sobre las cuales sustentar transferencias presupuestarias canalizadas mediante concesiones o contratos de prestación de servicios con ciertas empresas privadas, cuyo lucro es causa directa del empobrecimiento profesional y la merma del servicio sanitario público y de calidad”.