Paso de gigante para que el BM Logroño la temporada que viene repita en competición europea. Decir esto cuando queda un mundo para el final de liga parece de locos, pero sacar 7 puntos al quinto clasificado aclara el panorama pese a que sólo se hayan disputado tres jornadas de la segunda vuelta. Todo porque pese al cansancio, evidente, y el desgaste que lleva el equipo en este mes de febrero (y el que queda) supo gestionar los minutos finales -justo cuando se pudo echar al traste el duelo ante el PAUC del pasado sábado- de un equilibrado partido que se solventó en las postrimerías y que deja a los de Miguel Ángel Velasco en la tercera plaza con 28 puntos.
La victoria ante Cuenca por 31-28 se gestó en los últimos nueve minutos. Con el 25-25, el BM Logroño dio un golpe encima de la mesa para con un parcial de 3-0 con goles de Hackbarth, Sánchez-Migallón y Balenciaga (pese a estar en inferioridad) encauzar un encuentro que nunca tuvo ventajas superiores a los dos goles. El caso es que con el 28-25 a falta de 4 minutos, los franjivinos no cayeron en los errores del enfrentamiento ante el PAUC para consolidar su posición en la tabla. Es más, Hackbarth, máximo goleador de los locales con 7 dianas, certificaba la victoria poniendo la máxima 31-27, un resultado irreal para lo que había sucedido durante una hora de refriega.
Cuenca, pese al 0-1 de partida, pareció entrar peor. Eso o que el BM Logroño supo encontrar la vía para marcar y colocar un 3-1 a los 4 minutos. Sin embargo, los conquenses reaccionaron para incluso adelantarse de nuevo en el electrónico, 4-5. Se vivió entonces una igualdad que se reflejaba en el marcador. De repente mandaban los anfitriones, 7-6, como lo hacían los visitantes, 8-10, a los 17 minutos. Parecía un momento complicado porque los de Velasco eran presa de las imprecisiones en ataque lo que propiciaron, por ejemplo, que su rival lanzara hasta en 50 ocasiones por las 35 de los riojanos.
Las tablas a doce evidenciaban que estaba siendo un choque poco vistoso al que le faltaba continuidad en las acciones y brillantez por momentos. Cuenca quería hacer daño, pero Sergey lo evitaba -terminó con un acierto del 44%-, así que Kukic pudo empatar sobre la bocina para ir al descanso con todo por decidir, 16-16. No le sentó muy bien el intermedio al bloque local, puesto que no terminaba de encadenar acciones positivas en los dos lados de la pista. La mejor noticia era que estaba todo por decidir merced a la alternancia, 17-18, 19-18, 22-23. Se entraba al momento de la verdad con cosas pendientes. Una de ellas era comprobar cómo iba a estar el BM Logroño tanto de piernas como de cabeza. En este sentido, Velasco apostó por dosificar más sus piezas y quizá eso se reflejó en el último cuarto de hora después de que Ligetvari hiciera el 24-23.
La clave estuvo tras el 25 iguales, ya que un parcial de 3-0 encarriló una victoria que no se escapó y en la que no sobrevolaron los fantasmas del sábado anterior. Una buena señal de que el cambio de mentalidad es evidente en un conjunto que se asienta en Asobal y que confía este próximo sábado con dar un susto al Fuchse Berlín, donde está un exfranjivino, como Javi Muñoz.
Foto: BM Logroño