Secuela de la película Pequeñas mentiras sin importancia (2010)
Arruinado y algo deprimido, Max (François Cluzet) regresa a su casa de verano para venderla. Sus viejos amigos, que pasaron en aquella casa grandes momentos, aparecerán por sorpresa por su cumpleaños. Después de mucho tiempo separados, comprobarán juntos la fuerza de su amistad.