Importante victoria del Naturhouse ante el Guadalajara (40-30), no ya por los puntos en juego, que también, sino por la imagen ofrecida, una gran versión de los franjivinos. Si a ello se le suma que el cuadro que dirige Jota González no sufrió ningún percance ya es algo positivo ante la acumulación de jugadores tocados y los compromisos que llegan; el más cercano este sábado (18.00 horas) en Croacia, donde los riojanos buscarán el pase a los octavos de final ante el Zagreb en la Liga de Campeones. Pero antes de esa cita, el Naturhouse, tras su apurada y sufrida victoria el sábado pasado ante el Cuenca, tenía que mostrar sus credenciales como segundo mejor equipo de Asobal.
Y eso trató de hacer desde el comienzo. Trató de mostrarse muy sólido en defensa, que no se acusara la ausencia de Thiagus, operado con éxito el lunes pasado de su tobillo derecho (estará entre 8 y 10 semanas en el dique seco), y ase aprovechó del estado de gracia de Juanín García, inmenso en la tarde del martes. A sus 13 goles (9 en la primera mitad), añadió robos, movilidad en ataque, asistencias... un ejemplo de compromiso. Con una ventaja interesante a favor (7-2), los de Jota González no bajaron la intensidad en su campo y buscaron con alegría, frescura y acierto en las combinaciones la meta de Almeida. El 11-4 al cuarto de hora evidenciaba que había un mundo entre ambos conjuntos. Pero este Naturhouse no quería relajarse, supo mantener la concentración con la aportación de Garabaya y Miguel Sánchez en el centro de la zaga para alcanzar el descanso con un 19-13 a favor.
Si el Guadalajara quería tener alguna oportunidad, debía cambiar la inercia. De ahí que, en la segunda parte, apostara por imprimir más velocidad a sus acciones. Algo que provocó que las diferencias en el marcador se estabilizaran alrededor de los 5 y 6 tantos. Hasta que la conexión de los extremos franjivinos, Juanín y Rocas, volvió a levantar al público gracias a sus robos, rápidas salidas a la contra y goles. Con el 29-20 en el ecuador del segundo período vino el momento de dosificar esfuerzos, de empezar a pensar en la batalla que espera a los riojanos en Croacia.
Así que es entendible que la intensidad defensiva bajara un punto, suficiente para que los visitantes encontraran con mayor facilidad la manera de sumar goles en su casillero. Sin embargo, en ese intercambio, dada la amplia ventaja del Naturhouse, no hubo momentos para las dudas. Los 26 goles anotados por los cuatro extremos locales resultaron letales para un Guadalajara en el que Poozer, con 7 dianas, fue el más activo. Ahora toca pensar en la Liga de Campeones, en un largo viaje y en un partido a cara de perro frente al Zagreb. En juego está el pase a los octavos de final.
Naturhouse: Gómez Lite (p), Juanín García (13,2p), Stenmalm (2), Vigo (2), Romero (1), Luisfe (3), Pedro Rodríguez (4), siete inicial, Aginagalde (p), Garabaya (2), Miguel Sánchez, Ángel Fernández (3), Rocas (6), Cacheda (3), Javi García y Eliert (1).
Guadalajara: Almeida (p), Íker Antonio (1), Chuiffa (4,1p), Nicolás López Rey (5), Moyano (2), Peciña (3), Parra (1), siete inicial, Barbero (p), Eduardo Reig (1p), Márquez (2), Bozalongo, Poozer (7), Ramos (3) y Padilla (1).
Parciales: 3-1, 7-2, 11-4, 14-8, 16-12, 19-13 (descanso); 22-17, 26-20, 29-20, 33-24, 35-26 y 40-30 (final).
Incidencias: 1.700 espectadores en el Palacio de los Deportes.