El accidente de autobús de ayer jueves en Logroño pudo deberse a un “problema físico del conductor”. Así lo ha asegurado el portavoz del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Logroño, Miguel Sáinz, aunque también ha reconocido no tener “los detalles exactos de cuáles son las causas que provocaron esa puntual falta de atención”. No obstante, ha subrayado que “fue una cuestión física inevitable y que, en ningún caso, podemos hablar de una imprudencia por parte del conductor o de la empresa, sino de una cuestión muy puntual, física, que llevó a esta situación”.
Se estrelló contra el chaflán de la calle Villanueva con Vara de Rey
El autobús, que cubría la linea 9 entre Pradoviejo y Las Norias, salió de la calzada estrellándose contra el chaflán de la calle Miguel Villanueva con Vara de Rey (junto al Espolón). Por el camino, arrastró un tótem municipal, rompiéndolo por completo, y también se llevó por delante un armario de telefonía.
Fue, ha insistido, “una cuestión muy puntual” que no estuvo relacionada ni con cuestiones de tráfico o de mantenimiento del autobús o señalización de la vía; tampoco fue una conducta temeraria, fue “simple y llanamente una cuestión física del conductor”.
En cuanto al resto de heridos, ha dicho que fueron “trasladados con carácter preventivo y no hubo ningún ingreso hospitalario”, tampoco al conductor, al que, no obstante, se le trasladó en camilla después de atenderle dentro del propio autobús durante un rato prolongado. Al sacarle, estaba “plenamente consciente”. “Yo creo que fue una cuestión de algún desvanecimiento puntual”, ha dicho.
“Lo que sí quiero subrayar”, ha dicho, “es que ayer hubo un buen ejemplo de cómo se puede actuar coordinadamente en una situación de este tipo. ”Si recordamos, en apenas una hora y media pudo salir el autobús, se resolvió el tráfico y fueron atendidos in situ los heridos“, ha dicho. Hasta el lugar de los hechos fueron desplazados servicios de emergencia del Servicio Riojano de Salud, así como Policía Local y Bomberos de Logroño.