La Asociación Nacional de Profesores Españoles (ANPE) convoca al profesorado a una huelga el próximo 8 de junio, ya que “la huelga constituye la medida más contundente, la que expresa mejor que ninguna otra el rechazo de un colectivo ante una profunda injusticia”, según un comunicado remitido a los medios de comunicación.
“Convocamos el mismo día que el resto de las organizaciones sindicales por sentido de la responsabilidad, para que todos podamos expresar nuestro rechazo y a la vez causar el menor perjuicio posible a la comunidad educativa, pero convocamos solos” reza dicho comunicado.
Las razones de ANPE para convocar al profesorado a la huelga el 8 de junio son las siguientes:
Los docentes españoles dicen encontrarse “ante una situación excepcional,
única, y tenemos que presionar con todas nuestras fuerzas para minimizar los efectos de las medidas del Gobierno sobre nuestra labor. La medida de presión más fuerte es la huelga“.
Aseguran que llevan ya mucho tiempo luchando por el reconocimiento de la dignidad de su trabajo, por conseguir un Estatuto Docente. “En este último año hemos escuchado cantos de sirena sobre un posible pacto de Estado por la Educación. Y como resultado de tanto esfuerzo, el reconocimiento a la relevancia social de nuestra tarea es una bajada de sueldo. La mejor manera de mostrar nuestra decepción es convocar una huelga”.
Los profesores están convenciidos de que si no presionan ahora, esta rebaja salarial se consolidará, puesto que no es coyuntural y ha quebrado para siempre el derecho adquirido de los funcionarios a retribuciones de acuerdo con su categoría profesional.
“El gobierno nos enfrenta a la sociedad civil, a los padres de nuestros alumnos, al presentarnos como colectivo privilegiado, olvidando que hemos superado pruebas de acceso exhaustivas y que ya padecemos un fuerte descrédito social. Así es como trata a los profesores el Gobierno de nuestro país, eso es lo que le importa la educación. Este desprecio merece la forma de protesta más severa”.
Los docentes advierten, además, que la bajada de sueldos a los funcionarios reducirá el consumo, perjudicará a las empresas, creará más paro y agravará la crisis y desanimará a los universitarios que deseen dedicarse a la enseñanza, y aumentará la desmotivación de un colectivo tan castigado ya.