La tabaquera British American Tobacco (BAT) pagará a la Unión Europea 200 millones de dólares (unos 134 millones de euros) en un periodo de 20 años como compensación por la lucha contra el contrabando de cigarrillos y, aunque rechaza que se trate de una multa, también reforzará los sistemas de rastreo de sus productos y mejorará su cooperación con las autoridades policiales de los Estados miembros, en base a un acuerdo firmado hoy en Bruselas.
La Comisión Europea se quedará con un 10% de esta cantidad para financiar programas de lucha contra el contrabando y falsificación de tabaco, y el resto se lo repartirán los Estados miembros.
España, Suecia y Polonia no han suscrito aún el acuerdo, pero se debe a cuestiones de “procedimiento interno” por una legislación nacional que exige pasos más lentos, por lo que se prevé que se unan “lo más rápidamente posible”, según explicó el comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta.
El fabricante de cigarrillos deberá pagar cantidades “adicionales” a los 134 millones ya fijados si la UE incauta más productos de BAT introducidos en el mercado ilegal.
Además se compromete a reforzar sus controles en la cadena de abastecimiento mediante la intensificación de su proceso de selección y control de los clientes, el aumento de su capacidad de rastreo de determinados envases y el refuerzo de la ayuda a las autoridades judiciales y policiales europeas.
También incorporará un sistema exhaustivo de rastreo de sus productos para facilitar a las autoridades judiciales y policiales las labores para identificar el origen y destino de las marcas de BAT y comprobar si pueden ser falsificadas.
El comisario señaló que ya existen acuerdos de este tipo con otras dos compañías (Philip Morris y Japan Tobacco) que han demostrado su efectividad ya que el comercio ilícito de sus productos “se ha reducido”.
Pérdidas millonarias
Por su parte, el director para Europa Occidental de BAT, Jack Bowles, explicó que el número de cigarrillos que circulan de manera ilegal en el mercado comunitario cada año supera al volumen de venta en grandes países como España o Reino Unido y afirmó que esta situación “no es sostenible para los gobiernos, ni para la industria ni para minoristas o mayoristas”.
El representante de la tabaquera insistió en que la industria “está muy controlada” y en los esfuerzos de la compañía para colaborar con las autoridades en los controles necesarios. Además subrayó que el tráfico ilegal de tabaco es el mayor fraude dentro de la UE y que “en todos los países hay cigarrillos ilegales” que no pasan por los controles de producción ni sobre el precio.
Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, la Unión Europea deja de ingresar cada año unos 10.000 millones de euros en impuestos no recaudados a causa del contrabando de tabaco, y una quinta parte del tabaco ilegal se produce dentro del territorio comunitario.
El resto procede fundamentalmente de los países terceros de la frontera oriental de la UE como Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otros más alejados como China. Estos países siguen siendo los puntos de origen “más importantes” y es necesario reforzar la cooperación con sus autoridades pero también con los fabricantes de cigarrillos instalados allí, explicaron fuentes comunitarias.