La Jefatura Superior de la Policía de La Rioja ha celebrado el 'Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional' para conmemorar a los 188 agentes fallecidos entre 1968 y 2015, así como a todos los policías heridos en actos de servicio y mantener viva la memoria de las víctimas. Un acto que también ha servido de apoyo a los familiares de todos ellos.
La plaza del Ayuntamiento de Logroño ha acogido el homenaje. La fecha elegida es el 16 de junio porque en este día ETA asesinó a la inspectora jefa María José García en Zarauz, Guipúzcoa, en 1981. A partir de este año se celebrará cada año un homenaje en estas fechas como muestra de reconocimiento, respeto y solidaridad para que su memoria se perpetúe en el seno de la institución Policial y en el resto de la sociedad de acuerdo con los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad.
En el acto han estado presentes el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, la presidenta del Parlamento, Marta Fernández, así como la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, y el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, así como numerosas autoridades locales y regionales.
Tras el izado de la bandera de España, el jefe superior de Policía, Manuel Laguna, se ha dirigido a todos los presentes para explicar que hoy “se instituye un día de homenaje que se celebrará todos los años. Los objetivos de este día son el elogio de la profesión policial y el precio que, en ocasiones, pagan quienes la ejercen”. “Tenemos toda la sociedad una deuda impagable con quienes dieron su vida en defensa de la libertad” así como la “consideración ética y moral que merecen todas las víctimas del terrorismo por parte de la ciudadanía”, ha dicho.
Como explica, “la amenaza no ha acabado. En la actualidad, se producen conflictos dentro del terrorismo internacional como el yihadismo, los lobos solitarios, combatientes retornados e individuos autorradicalizados... y les hacen frente la Policía Nacional”. En este momento “tenemos el nivel 4 de activación de alerta antiterrorista que se inició en 2015. En respuesta a esta amenaza se han llevado a cabo cientos de operaciones realizadas con éxito que han evitado multitud de acciones terroristas que, a buen seguro, habrían ocasionado gran cantidad de muertos y heridos”.
Por ello -recuerda- la Policía Nacional “ha sido uno de los actores principales de la estrategia nacional contra el terrorismo. El deseo de la sociedad española de un futuro en paz y de una convivencia pacífica debe ir parejo a un recuerdo permanente, a un homenaje sentido a quienes con su vida lo hicieron posible”.
Aunque como ha lamentado “la lista de asesinados es estrictamente larga” ha querido recordar “el atentado con coche bomba que cometió la banda terrorista ETA en la calle Ollerías de Logroño el 27 de noviembre de 1980, donde la deflagración causó la muerte de Miguel Ángel San Martín, Carlos Fernández y Joaquín Martínez. En el suceso resultó herido gravemente José Luis Hernández”. Este acto tiene como fin “mostrar reconocimiento y gratitud, así como preservar y mantener viva la memoria de las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional”.
Recuerdo a las víctimas del terrorismo de Logroño
Desde la Jefatura Superior de Policía se ha querido realizar un especial reconocimiento a las víctimas del terrorismo que eran de esta ciudad o que estaban afincados aquí como Miguel Ruiz y Franciso de Mata. El día 18 de diciembre de 1988, “nuestros dos compañeros se dirigían al campo de fútbol de Ipuruna, en Eibar, para controlar la seguridad de un encuentro deportivo”.
La explosión se produjo sobre las 15,20 horas “cuando uno de los terroristas accionó un coche bomba al paso del convoy de la Policía Nacional. Su compañero, José Antonio Barrado falleció y otros dos policías nacionales y un Guardia Civil resultaron gravemente heridos”. Estos compañeros estaban destinados en la primera compañía de la Reserva General de la Policía Nacional.
Además, el día 6 de agosto de 1987, ETA asesinó en Vitoria a dos policías nacionales mediante la explosión de un coche bomba, eran Rafael Mucientes y Antonio Ligero. Mucientes falleció con 37 años. El atentado se produjo en plenas fiestas de Vitoria. “Nuestro compañero fallecido había sido destinado a Logroño en 1979 y desde hacía 5 años prestaba servicio en la cuarta compañía de la 56 Bandera del Cuerpo Nacional de Policía, con sede en Vitoria”.
El acto lo ha cerrado la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, quien ha querido recordar “a todos los caídos en estos atentados terroristas así como a sus familiares”. “El Gobierno de España les muestra todo el respeto, apoyo y solidaridad. La entrega de cada uno de ellos y ellas permanece en nuestro recuerdo, como policías a quienes el terrorismo les arrebató su bien más preciado, que es la vida”.
La delegada subraya que “el papel que desempeñó el Cuerpo Nacional de Policía durante las décadas en las que se sembraba terror en España fue trascendental. La respuesta policial, basada en la investigación, el trabajo constante y tenaz y la cooperación internacional, consiguió la detención y puesta a disposición judicial de centenares de terroristas”.
“Fueron referentes frente a la barbarie criminal en manos del terrorismo. Nuestro país, en su conjunto, está en deuda con ellos, con sus familiares y seres queridos, por su ejemplo de vida y entrega hasta el extremo”. Y al mismo tiempo, “recordamos también hoy a quienes sobrevivieron y que aún no han podido cerrar las heridas”. Todo ante “una violencia sin sentido, brutal, que sufrieron los policías nacionales y toda la sociedad española con ataques que produjeron daños irreparables, físicos y morales”.
Arraiz ha defendido que, con esta conmemoración, “reivindicamos los principios de la convivencia, del respeto... principios que contribuyen como antídoto contra la violencia terrorista y su caldo de cultivo, basados en el fanatismo, la sinrazón y la intolerancia. A pesar de que ”no podemos devolverles la vida a los policías nacionales, sí podemos mantener viva su memoria“. También ha querido dedicar unas palabras a los policías jubilados a quienes les ha recordado que ”vuestro esfuerzo ha contribuido a que vivamos en una ciudad con unos elevados niveles de seguridad, que convierten a Logroño en una de las capitales de provincia más seguras“.