La detención de uno de los mayores narcotraficantes de México , Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, el pasado 30 de agosto podría no haberse producido como las autoridades mexicanas aseguran. La supuesta existencia de un informe que la Policía Federal habría entregado a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), daría una versión bastante diferente a la que se dio tras el arresto de La Barbie. Esta posible versión alternativa era recogida ayer por el periódico mexicano El Universal, aunque aún no existe confirmación de las autoridades.
El informe oficial de la Policía Federal narraba que la detención fue fruto de 14 meses de investigación, que tomaron un fuerte impulso a partir del 9 de agosto, cuando la Policía Federal obtuvo, en un operativo en Bosques de las Lomas, información que le “permitió identificar nuevos objetivos”, según el comunicado. Tal como se informó tras la captura de La Barbie, éste se encontraba en una casa en el estado de México, con un grupo de personas que velaban por su seguridad. Allí “fueron desplegadas células operativas y de inteligencia de la Policía Federal”, que lograron su detención.
Sin embargo, otro informe de la Policía Federal daría cuenta de unos hechos bastante diferentes. Según publica El Universal, La Barbie no habría sido detenido en su casa, sino que se habría entregado él mismo tras una persecución originada porque el narco y otros dos automóviles se saltaron un control policial.
Según recoge el diario, el 30 de agosto la Policía Federal realizaba “acciones de prevención del delito” por la zona de Salazar, en el estado de México, donde se sabía que “se encontraban miembros de la delincuencia organizada”. Tres vehículos rebosaron su control “a alta velocidad y sin preocupación alguna”, por lo que empezaron a perseguirlos durante alrededor de cuatro kilómetros. Cuando les alcanzaron, los automóviles se detuvieron, sus ocupantes bajaron y fueron detenidos.
Según el informe que se habría entregado a la SIEDO, los ocupantes de los automóviles ofrecieron sus datos personales sin mostrar oposición. Hasta ese momento, los agentes desconocían que uno de ellos era La Barbie, quien dijo su nombre y reconoció su participación en el narcotráfico.
Un golpe para las autoridades
El hecho de que exista un informe ‘no oficial’ no habría sido una sorpresa total para El Universal, quien también da cuenta de varias “contradicciones” de las autoridades mexicanas tras la detención de La Barbie.
Como ejemplo citan que el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, dijo en una conferencia que La Barbie había sido detenido en una “villa rústica”, pero a una periodista le declaró que fue en un lugar “próximo a la finca” y a otro reportero, sin embargo, le narró que la detención se produjo en “el jardín de la finca cuando trataba de escapar”.
De confirmarse que la versión oficial no era real, esto supondría un duro golpe para el presidente Felipe Calderón, para quien esta detención había significado un importante éxito en su lucha contra el narcotráfico (que desde que se iniciara en 2006 ha provocado la muerte a 28.000 personas).
Además, esta detención tuvo especial importancia por todo lo que suponía la figura de La Barbie. Cómo él mismo habría relatado a la Policía Federal tras detenerle, Édgar Valdez Villarreal, originario de Texas (EEUU), había iniciado su actividad delictiva con 19 años, había sido el cabecilla del cártel de Sinaloa y nombrado jefe de seguridad de otro importante narcotraficante, Arturo Beltrán Leyva, en 2003. La Barbie ingresaba en México entre una y dos toneladas mensuales de cocaína procedente de Colombia y en 2007 participó en una reunión entre varios cárteles para distribuirse el territorio nacional.