Serio toque de atención

Rioja2

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Tenía que llegar. A todos les ocurre. Encadenar dos derrotas puede ser algo normal. Sin embargo, con lo que hay en juego, con la transcendencia que toman los puntos en las jornadas finales, después del arrojo mostrado en A Malata se esperaba más, mucho más de un UD Logroñés que se vio sorprendido por el desparpajo inicial de un Celta B valiente, que quiso combatir a los riojanos con el balón de por medio. Que sí, que los vigueses tiraron cuatro veces entre los tres palos (tres en media hora y una posterior de Señé en la recta final del duelo), que fueron eficaces, pero también es verdad que los riojanos se partían, una y otra vez, cada vez que los de Toni Otero recuperaban el esférico. Por no hablar de la fragilidad exhibida en los dos tantos encajados. Para hacérselo mirar.

Es lo que tiene jugar con un pivote y dos supuestos jugones en la medular. Que a Chevi y a Muneta les cuesta recuperar el sitio porque tienen más movilidad para crear. Un mal endémico que ya se acusó ante el Compostela cuando Carlos Pouso apostó por este dibujo tras la llegada de Muneta al conjunto blanquirrojo. Si el rival, como hacía el filial celtiña, dejaba hombres arriba, hasta tres, las situaciones de igualdad abundaron. Cierto que Chevi, pareció encogerse en el último momento, tras una falta lateral bien puesta por Titi, en un remate franco que podía haber cambiado el signo del partido. En la siguiente acción, Thaylor encaró a Miguel Santos, se le fue por el costado sin que el improvisado lateral zurdo pudiera meter la pierna, para asistir a Yelko y batir a Miguel en el minuto 11.

Mazazo para un cuadro local que quería abrir el campo con Titi, que buscaba imprimir velocidad en sus acciones, que centraba y centraba, como es lógico sin que hubiera rematador, ya que Menudo y Joel Valencia lo tenían complicado para ganar en el juego aéreo. Ese tanto narcotizó a la UDL. El Celta B se gustó, se apoderó de la pelota y manejó a su antojo el 'tempo' de la contienda. De un lado a otro, con libertad de movimientos para Yelko, Casas y Jordan que campaban a sus anchas en la medular. Así, no fue de extrañar que Thaylor centrara desde la banda derecha para que Señé, en el primer palo, fuera más listo que Moisés, se quedó mirando, y Miguel, salió a destiempo. 0-2 y algunos pitos en el municipal.

Los de Pouso debían reaccionar. Lo intentaron, lo dicho, percutiendo por el perfil de Titi, que ponía balones sin encontrar destinatario. Era un espejismo porque el Celta B seguía maniobrando con relativa facilidad. Hasta que Luis Rioja probó desde lejos al capitán blanquirrojo, que detuvo el esférico en dos tiempo. Era el momento de dar un paso adelante. De arriesgar. Aunque con desequlibrios, los ajustes se hicieron en el descanso, la UDL apostó por defensa de tres centrales, dos hombres de banda, un delantero (en la segunda parte sería Camochu) y mucha gente por dentro, hasta cuatro futbolistas, para llegar desde la segunda línea.

Empuje y garra

Con bravura y haciendo peligro en las acciones a balón parado, Moisés pudo recortar distancias en los compases finales del primer período, pero Néstor interpuso el cuerpo para evitar que el reamte a bocajarro del sevillano se conviertar en gol. Comenzaba la segunda parte con Jacobo Trigo, como central junto a Julio Rico y Álex Santelices, y Camochu, como ariete, en escena. Titi y Miguel Santos tenían las bandas para ellos, mientras que Chevi y Muneta se hacían cargo de la zona ancha del campo para que Joel Valencia y Menudo tuvieran libertad de movimientos.

Presión, intensidad e infinidad de centros, principalmente, desde la banda derecha donde Titi se hartó de poner balones al área. El Celta B estaba arrinconado, encogido. No había noticias de ese filial valiente con el esférico. Pero había que marcar para meter el miedo en el cuerpo. Jacobo Trigo avisaba con un remate al palo con Néstor ya superado. El gallego sí que acertó en la siguiente, cuando Joel Valencia, tras un saque de esquina jugado en corto desde la izquierda, la puso en el área para que Jacobo Trigo, en el segundo palo, cruzara.

Algo menos de media hora para solucionar el desaguisado. Con ganas, decisión, mucho empuje y poco fútbol, el UD Logroñés se estaba merendando a su rival. Toni Otero refrescaba el centro del campo porque veía que el empate estaba cerca. La aparición de Borja Iglesias sí que dio otro aire a los visitantes. Un par de arrancadas suyas permitieron al filial salir de la cueva para tratar de amainar un temporal que acabó por despejarse. Íker Alegre reemplazaba a Titi y, sin querer, una de las virtudes de los blanquirrojos, los insistentes centros laterales dejaron paso a menor actividad en la zona defensiva celeste.

De hecho, las oportunidades de la UDL se quedaron en amagos. Lo más cercano del empate fueron dos tiros rechazados por posibles manos, ambas muy protestadas, sobre todo la última tras lanzamiento de Menudo en el tiempo añadido. Poco bagaje para un equipo que sueña con el ascenso antes siquiera de centrarse en consolidar su lugar entre los cuatro mejores. Y eso que la jornada ayudó para que el UD Logroñés no haya visto mermadas sus opciones: derrota del Guijuelo, que sigue detrás de los blanquirrojos a 2 puntos, así como empates del Racing de Ferrol, es tercero con 3 de ventaja sobre los riojanos, y Compostela, que es sexto a 3 de la cuarta posición.

Toca espabilar, cambiar el gesto, mostrar más intensidad, proponer en ataque y ser más fiables en la retaguardia, por donde se perdió el partido ante el Celta B, si se quiere quebrar esta racha de dos derrotas ante el colista del grupo, un Marino de Luanco que se querrá dar una alegría pese a ser equipo de Tercera.

UD Logroñés: Miguel; Gago (Jacobo Trigo, min. 46), Moisés (Camochu, min. 46), Álex Santelices, Miguel Santos; Julio Rico; Titi (Íker Alegre, min. 71), Chevi, Muneta, Joel Valencia; y Menudo.

Celta B: Néstor; Soto, David Goldar, De Amo, Samu; Yelko (Omar, min. 61), Casas, Jordan (Borja Domínguez, min. 56); Thaylor, Señé y Luis Rioja (Borja Iglesias, min. 68).

Goles: 0-1, min. 11: Yelko. 0-2, min. 21: Señé. 1-2, min. 63: Jacobo Trigo.

Árbitro: Pere Barceló Roca (Comité Catalán), acompañado por Albert Riubrugent Expósito y Enric Ponsati Calvaguerra. Amonestó a los locales Moisés (min. 18), Chevi (min. 39), Muneta (min. 73), Julio Rico (min. 83) y Joel Valencia (min. 90); y a los visitantes David Goldar (min. 35), Yelko (min. 60), Soto (min. 79), Casas (min. 82), De Amo (min. 83) y Señé (min. 85).

Incidencias: 2.636 espectadores en Las Gaunas, según datos facilitados por el club organizador.