Por primera vez desde que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consiguiera una silla para España en la reunión de las primeras economías industrializadas y emergentes, su mujer, Sonsoles Espinosa, se ha unido a 'la otra reunión del G-20', la de las esposas de los líderes de los Estados invitados.
A la anterior reunión del G-20, pese al logro que suponía para España conseguir una silla -cedida por Francia- en la misma, Sonsoles Espinosa optó por no acudir. Desde Moncloa se señaló entonces que una cumbre de esas características era un encuentro de trabajo y que la esposa del presidente del Gobierno llevaba su agenda privada al margen.
Su ausencia fue notable, pues Sonsoles Espinosa, que ya se ha hecho famosa entre la prensa internacional por su elegante estilo -marca de su amiga Elena Benarroch- era sin duda una de las consortes más esperadas por la prensa británica, que convirtieron 'la otra cumbre' de Londres en un duelo entre Michelle Obama, Carla Bruni y la mujer de Zapatero.
Finalmente, la mujer de Nicolas Sarkozy tampoco acudió a aquel encuentro internacional, por lo que el tan esperado duelo de estilo lo ganó por incomparencencia de sus rivales la primera dama de Estados Unidos.
Sin embargo, en esta ocasión, Sonsoles Espinosa no ha faltado la cumbre del G-20 en Pittsburgh. La mujer de Zapatero -junto a sus dos hijas- acompañó a su marido en su viaje a Nueva York a principios de esta semana, cuando el presidente del Gobierno partió para asistir a la Asamblea General de la ONU.
La cena que ha presidido Michelle Obama ha contado con la presencia tanto de Sonsoles como de Carla Bruni, aunque sin duda ha sido la anfitriona la que ha centrado todas las miradas de la prensa internacional. Especialmente cuando ha saludado al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que no se ha ahorrado aspavientos ante la primera dama.
Sonsoles Espinosa eligió un estilo clásico para la cena de las consortes, muy acorde con la imagen sobria que debe transmitir la mujer del presidente del Gobierno. Chaqueta gris con detalles en blanco de 'tweed' muy al estilo Channel combinado con un sencillo pantalón negro de pata de elefante fue el modelito elegido por nuestra primera dama.
Michelle Obama, por su parte, volvió a demostrar por qué ha sido elegida por Vanity Fair como una de las mujeres más elegantes del 2008 con un vestido de estampado psicodélico ceñido por un ancho cinturón. Por su parte, Carla Bruni optó por algo más formal y sencillo, con una chaqueta color gris petróleo y falda negra.
Los grandes ausentes de la foto de 'la otra reunión', los consortes masculinos de la presidenta argentina, Cristina Fernández Kirchner, y la canciller alemana, Angela Merkel.
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