Ha sido una sorpresa justo el viernes en que el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional debía comparecer ante un juez neoyorkino por el caso abierto contra él en relación a un presunto acoso sexual e intento de violación a una empleada de un hotel de Manhattan.
Según publica el diario estadounidense, los forenses han hallado numerosas “ambigüedades” entre los testimonios de los dos implicados: DSK y la camerera del hotel, que relató hace un mes aproximadamente los hechos tal cual ocurrieron en la suite en la que se alojaba el político y economista francés. Lo cierto es que tras su declaración inicial, el 14 de mayo pasado, Strauss-Kahn negó todos los cargos de los que se le acusaba.
Esta misma semana, los abogados de la defensa se han reunido con la acusación particular y han estudiado al detalle todos los datos aportados por la camarera del hotel en contraste con las declaraciones del socialista francés, ahora ya excluído de la carrera presidencial. Según las últimas investigaciones, hechas públicas este mismo viernes por ambas partes, la mujer que presuntamente habría sufrido el caso estaría relacionada con temas de drogas y de blanqueo.
El diario no identifica las fuentes, pero determina que los fiscales, tras estudiar las pruebas forenses, no creen a la denunciante, una mujer guineana de 32 años. Ésta habría mantenido también una conversación telefónica con un hombre encarcelado el mismo día en que se produjo el supuesto encuentro entre el ex director gerente del FMI y ella.
Así pues, y con esta nueva revelación, DSK acude a declarar a primera hora de la mañana acompañado de su abogado defensor, Benjamin Brafman, para intentar atenuar las condiones, duras, de arresto domiciliario, que incluso fueron propuestas y aprobadas por el propio acusado. Con ello intentaba permanecer cerca de los suyos y fuera de la prisión en la que fue encarcelado durante cuatro días hasta que declaró por el caso, renunciando a su cargo el 19 de mayo y declarándose inocente de los cargos el pasado 6 de junio.