Los Sucesos de Arnedo: once asesinados en una manifestación obrera que la dictadura condenó al tabú
Once trenzas de esparto salen de una plantilla de calzado como estelas hacia el cielo en la Plaza de Nuestra Señora de Vico de Arnedo. Una por cada persona muerta en los Sucesos de Arnedo el 5 de enero de 1932 por los disparos de la Guardia Civil en el contexto de las elecciones municipales de la Segunda República, una huelga del calzado y una semana trágica con los Sucesos de Castilblanco.
Once trenzas en una escultura de bronce que sirven para sacar del olvido y el tabú al que condenó la dictadura a los Sucesos de Arnedo. Tanto que no fue hasta el reciente noventa aniversario, en 2022, cuando el colectivo '5 de enero. Memoria y dignidad' desarrolló varios actos de recuerdo y se inauguró la escultura para honrar “a estos pioneros que dieron una lección de dignidad y de la lucha para conseguir las libertades”, destaca Jesús Abad, ‘Monta’, miembro del colectivo y autor de la escultura.
Los Sucesos de Arnedo se produjeron en enero de 1932 en una joven Segunda República, tan solo cinco días después de que cuatro guardia civiles murieran en un enfrentamiento con jornaleros del campo en Castilblanco, en Badajoz. “En la fábrica de calzado de la familia Muro se estaba tratando de condicionar el voto de los trabajadores para las elecciones municipales y varios trabajadores que reivindicaron la libertad del voto fueron despedidos”, relata 'Monta'. En este momento, se produjo un movimiento de solidaridad para reclamar la reintegración de estos trabajadores que conllevó a una huelga general.
Pronto se iniciaron las negociaciones, en las que participó incluso el Gobernador Civil y empresarios de otras fábricas de calzado, y se alcanzó un acuerdo, así que la manifestación obrera en la entonces Plaza de la República, hoy Plaza de Nuestra Señora de Vico, “fue una celebración festiva del acuerdo, pero acabó con disparos”, resume 'Monta' de la tragedia ocurrida aquella tarde víspera de Reyes en la que murieron 11 personas (todas de la población civil), entre ellas dos niños, y hubo más de 30 heridos.
En el juicio se escucharon muchas versiones, algunas que señalaron a un forcejeo entre los manifestantes y la Guardia Civil y se debatió quién disparó primero, aunque, dice contundente este miembro del colectivo '5 de enero. Memoria y dignidad', “nunca se demostró que la población civil portara armas”. Lo que sí ha trascendido a lo largo de la historia es que las ráfagas de disparos contra los manifestantes fueron “totalmente desproporcionadas”. Pero no hubo penas.
Los Sucesos de Arnedo son considerados en ocasiones como el hecho de la historia contemporánea riojana con mayor trascendencia en la política nacional. Ocupó las primeras páginas de los periódicos y se trató en el Parlamento. A Arnedo, por supuesto, este acontecimiento lo dejó marcado de negro para siempre. Pero con la Guerra Civil y la dictadura se hizo tabú, nadie habló de ello a lo largo de demasiadas décadas y “nunca se hizo justicia”. Así que un grupo de personas decidió fundar el colectivo “5 de enero. Justicia y dignidad” en el noventa aniversario para “reivindicar la dignidad de estas personas, rescatar su memoria”.
“La claridad y el saber es lo mejor para que estos hechos no se repitan. Sin rencor y con rigor”, apunta 'Monta' para anunciar un lema que repite en varias ocasiones para dejar clara la importancia de la memoria histórica, precisamente en un momento que está en peligro: “El olvido es la ignorancia”. Para no olvidar y dignificar a “esta gente avanzada que quería una sociedad justa”, 'Monta' realizó la escultura de bronce, una aportación de la que dice sentirse “orgulloso”: “Es una escultura blanca, que no agrede a nadie, solo honrar su memoria”. Además, tras el noventa aniversario tuvieron claro que el recuerdo no debía quedarse ahí y había que repetirlo cada año. Por ello, este 5 de enero a las 17.00 horas en el mismo lugar donde ocurrieron los Sucesos de Arnedo han convocado una concentración para recordar a todas las personas que murieron en defensa de la libertad.
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